Cada lugar posee un encanto y atractivo propio que se entremezcla con los sabores y aromas provenientes de la gastronomía, fruto de su cultura. Es así que las comidas típicas del Noroeste Argentino están preparadas con recetas que pasaron de generación en generación, desde las épocas aquellas en donde cada región solo contaba con alimentos de producción local y con aquellos que se podían conseguir gracias al “trueque” con habitantes de otras zonas cercanas, con diferentes climas.
 
Muchos alimentos y su forma de preparación perdieron importancia durante la conquista, incluso fueron menospreciados, prohibidos y erradicados violentamente de sus costumbres como el caso de la Kiwicha y de la Quinoa, llamados “sustituto de la carne” y que ahora comienzan a cultivarse y utilizarse en los países desarrollados debido a su alto valor nutritivo. No nos olvidemos que la alimentación de Europa se modificó con la introducción de valiosas especies americanas como la papa, maíz, zapallo, cacao, café.
Hoy también la base de nuestra alimentación está compuesta de carne de vaca, cordero, llama, cerdo, cabra y gallina con condimentos abundantes como el ají, comino y pimentón entre otros. En nuestros mercados se puede conseguir mote, chuño, charqui y chalona y con todos ellos se preparan distintos platos regionales entre los que se destacan: las empanadas, tamales, humitas, locro, picante de panza, guajchalocro, frangollo, chanfaina, el asado de llama, el charquisillo y la guatia. En la Puna podemos saborear platos de Calapurca o de Tulpo.
También merecen mención los quesos artesanales de cabra elaborados siguiendo recetas de antaño y el tradicional quesillo de la localidad de San Antonio, donde cobra fama y prestigio por su ancestral forma de preparación.
Nada mejor que degustar un buen queso regional junto a los vinos artesanales j