Las autoridades locales de turismo dispusieron que, por ahora, los avistajes se realicen desde la playa, muelles, rambla y edificios altos, para no alterar la tranquilidad de los cetáceos en sus aguas y mientras personal científico estudia su comportamiento y hábitos, para luego decidir cómo establecer una relación con los turistas.

El director de Promoción Turística del municipio de General Alvarado, Carlos Pagliardini, contó a Télam que "también es posible avistar lobos marinos, orcas, pingüinos, toninas y delfines, lo que deja abierta la posibilidad de tener un mercado de avistajes más amplio y atractivo", además de otras especies de ballenas.
La presencia de ballenas franca australes sorprendió en los últimos años, pero tendría antecedentes, según el funcionario, quien dijo que hace muchos años, en la zona existieron dos estancias balleneras y que en el cruce de las rutas 88 y 77 hay un lugar llamado Paraje de las Ballenas, dos factores que sumados a la toponimia del lugar permiten suponer que la zona albergaba una población de estos cetáceos y que ahora se está recuperando.
"También se hallaron fósiles de ballenas de muchos años atrás, lo que refuerza este supuesto", consideró Pagliardini, quien destacó que "existen registros fotográficos y filmaciones que corroboran la presencia más constante de estos cetáceos, que podrían estar eligiendo las costas de Miramar como su lugar de reproducción".
Con vistas a desarrollar este producto turístico, el Partido de General Alvarado suscribió en 2013 un convenio de colaboración con la Fundación Cethus, especializada en avistaje y conservación de fauna marina en todo el país. Las investigaciones tratan de determinar el campo de procedencia, la composición y los hábitos de la ballena Franca Austral en su paso por las costas 
de Miramar y la vecina localidad de Mar del Sud.
Jimena Belgrano, responsable del proyecto Ballena Franca Austral en Miramar de la Fundación Cethus, dijo a Télam que los primeros resultados "determinaron que las ballenas pasan por Miramar como parte de su ruta migratoria hacia Puerto 
Madryn o Brasil, pero no se quedan en las costas bonaerenses".
"Por ese motivo, la primera recomendación que formulamos es que los avistajes deben hacerse desde la costa y no en forma embarcada, porque todavía no conocemos a fondo las costumbres de estos cetáceos, que ante la cercanía de embarcaciones podrían alejarse del lugar", subrayó.
Esta especialista en conservación de fauna marina comentó que la Fundación Cethus ya realizó tres campañas para establecer la estacionalidad de las ballenas y que "la idea es hacer campañas mensuales para tener más precisiones sobre las épocas en las que se pueden avistar ballenas como así también sobre las costumbres de estos ejemplares".
Belgrano estimó que gracias a la periodicidad de estas campañas "en marzo del año que viene tendremos un panorama más acabado sobre la estacionalidad de las ballenas en las costas de Miramar y Mar del Sud".
"Todavía no hay un turismo enfocado específicamente en el avistaje de estas ballenas, pero con el tiempo y el desarrollo de las investigaciones esta alternativa va a ser posible", sostuvo.
La Fundación Cethus, además de realizar investigaciones de campo sobre los mamíferos más grandes del mundo, lleva adelante charlas de concientización y capacitación para la comunidad educativa y para los prestadores privados locales en las que se pone en valor este recurso natural para potenciarlo como atractivo turístico.
 Si la presencia de ballenas se consolida frente a Miramar y si su ruta migratoria las hace aparecer en estas costas antes que en lugares tradicionales como Puerto Madryn y Península Valdes, el producto tendría dos ventajas para el turismo del área metropolitana, ya que podría ver a estos gigantes del en viajes mucho más cortos y al menos un mes antes que en la Patagonia.
No obstante, Pagliardini advirtió que "se están desarrollando campañas anuales de avistaje de ballenas, pero desde edificios y desde la costa y no desde embarcaciones".
El funcionario dijo que el propósito del municipio "es investigar más a fondo este fenómeno antes de generar un mercado de avistajes", y aclaró que en las costas de Miramar "también se observaron ejemplares de especies de ballenas como la Sei, la Finn y la Minke"