Cuando una gestión va culminando, siempre surge la mirada retrospectiva, los cuestionamientos e interrogantes lógicos, tales como: ¿Habré hecho bien las cosas? ¿Cumplimos las expectativas? ¿Logramos lo planificado? Pero también nos invade la incertidumbre de qué será lo que se viene y si lo que tanto costó construir podrá continuar e incluso mejorar. Ante la mirada de lo realizado y la incertidumbre de lo que se viene es fundamental tener una planificación a largo plazo, con bases sólidas, y por eso la importancia de dejar el Plan Estratégico de cara a la agenda 2030.

Esta gestión, de la que me tocó ser protagonista, me llena de orgullo, y es el orgullo de haber hecho todo lo que estaba al alcance para que el turismo se desarrolle y crezca en todas las provincias de la Argentina. Una gestión marcada por el federalismo, en la que hicimos mucho territorio, en la que dialogamos con todo el sector, en la que estuvimos sensibles a la escucha y a las necesidades de cada localidad. 

Ante las demandas, tratamos de dar respuesta a través de las políticas públicas beneficiosas, que permitieron dinamizar a toda la cadena de valor del turismo, con programas tales como, Promover, Gustar, Fiestas Argentinas, Marca País, Activar, Nómades digitales, Previaje, 50 destinos, Turismo social y La ruta natural, por nombrar solo algunos. Amén de todo lo logrado y de que el turismo es una de las actividades económicas que más ha crecido luego de la pandemia, quedan deudas pendientes y nuevos desafíos que afrontar. 

Debemos lograr que el turismo alcance un equilibrio entre la rentabilidad económica y el bienestar social, a fin de que más personas y localidades puedan percibir los beneficios de esta actividad. Debemos lograr que se dé efectivamente una equidad de género. 

Debemos priorizar la educación, la innovación y la adaptación a las nuevas tecnologías para que brinden valor agregado al capital humano. 

Debemos hacer todo para que se logre un crecimiento armónico e inclusivo en nuestro extenso y diverso país. 

Somos protagonistas de un momento de transformación y evolución y por eso debemos comprometernos y unirnos mucho más. El turismo debe ser sostenible, inclusivo y federal