Una ambiciosa obra de rehabilitación ha rescatado para la cadena NH Hoteles una imponente mansión nobiliaria del S.XIX, emplazada en pleno Barrio de las Letras de Madrid. El nuevo NH Palacio de Tepa, un lujoso establecimiento de cinco estrellas, se ubica en una posición privilegiada, en la calle de San Sebastián y con salidas a la calle Atocha y la Plaza del Ángel. El bullicio bohemio del Barrio de las Letras (con sus galerías, boutiques, cafés, locales de jazz y tabernas) y la animación de la calle Huertas acoge este nuevo hotel madrileño de la cadena NH Hoteles.
Sus 84 habitaciones decoradas por el estudio de arquitectura y diseño de Ramón Esteve en confortables tonos grises y beiges, juegan con la omnipresencia de la luz, que entra por los amplios ventanales y por las claraboyas del techo en las estancias abuhardilladas del último piso. Entre las estancias se incluyen lujosa suite, 13 junior suite, 2 junior suite ‘Estado Puro’ y 2 Premium.
Cada tipología de habitación ofrece distintas opciones de interiorismo, de este modo las estancias del quinto piso del nuevo NH Palacio de Tepa crean una atmósfera particularmente acogedora con techos abuhardillados y su decoración minimalista.
Además de las habitaciones Premium, emplazadas en las dos esquinas del segundo piso del inmueble (con amplias zonas de estar), muchas de las habitaciones, como por ejemplo, las junior suites, que se estructuran según un concepto de dúplex. Todas las estancias cuentan con impresionantes vistas a las calles y plazas del barrio, recientemente rehabilitado.
La luz es protagonista indiscutible en la decoración de un hotel cuya restauración ha respetado las bóvedas originales del inmueble así como sus características balconadas. Dos patios interiores encalados en blanco, rehabilitados de acuerdo con su antiguo aire de corrala, permiten que la luz se cuele por los pasillos y corredores interiores del establecimiento.

HABITACIONES CON RECUERDOS
El último establecimiento de la cadena rescata un antiguo palacete clasicista erigido en 1808, para servir de hogar a los entonces Condes de Montijo y Tepa. El inmueble, en cuyo trazado y diseño de fachadas colaboró Juan de Villanueva (responsable de algunas de las piezas arquitectónicas más relevantes del periodo como el Museo del Prado, la Real Academia de la Historia o la imagen actual de la Plaza Mayor) se construía en unos años en los que muchos nobles establecían su residencia en Madrid (Duques de Liria, Conde de Grimaldi, Marqués de Santa Cruz…).
El Palacio de los Condes de Tepa ocupaba, además, el solar de la antigua Fonda de San Sebastián, punto de encuentro habitual para una de las tertulias literarias más vivas del S.XVIII, con Nicolás Fernández de Moratín, Gaspar Melchor de Jovellanos, José Cadalso o Iriarte como contertulios habituales. Jóvenes como Espronceda, Larra y Zorrilla se les unían esporádicamente. Las normas de estas reuniones –según dejó escrito Moratín- eran claras: “Sólo se permitía hablar de teatro, de toros, de amor y de versos”.
Tan antiguos como el recuerdo de esta fonda literaria, son los restos del originario viaje de aguas de La Castellana, que hoy reposan bajo el suelo acristalado de la sala de lectura de la primera planta. Recuperado durante la intervención arqueológica del edificio, este arcaico sistema de abastecimiento hidráulico conserva el mismo aljibe y las galerías que atravesaban entonces el solar del actual Palacio, para abastecer a la que era la pujante Villa de Madrid.
Y es que NH Palacio de Tepa es un hotel con muchos recuerdos: Los historiadores sostienen que poetas y dramaturgos como Próspero Merimée (el autor del libreto de “Carmen”) se alojaron esporádicamente en el Palacio de los Montijo y Tepa durante sus visitas a Madrid, por la vocación de los primeros propietarios del hoy NH Palacio de Tepa como promotores de las artes y las letras.
El espíritu literario parece contagiar al último establecimiento de NH Hoteles, ya que muy cerca de éste, frente a la Iglesia de San Sebastián, fue enterrado Lope de Vega y, a unos pasos del Convento de las Trinitarias, descansan los restos de Cervantes.
La mansión palaciega actual, que fue reconvertida en edificio de viviendas a mediados del S.XIX, destruida parcialmente por un incendio en el preludio del siglo XX, confiscada durante la guerra civil y transformada en local de oficinas y hasta en una academia de peluquería, ha recuperado su sabor añejo, tras las obras de restauración, que han querido paliar el descuido de años y los deterioros en las fachadas (modificadas para albergar locales) e interiores.

SABOR EN ‘ESTADO PURO’
El capítulo gastronómico, enseña de NH Hoteles, es particularmente esmerado en el establecimiento, que incluye el restaurante a la carta Palacio de Tepa, un lounge bar y el segundo Estado Puro de Paco Roncero (galardonado con dos estrellas Michelin).
En el restaurante, decorado por Ramón Esteve, resuenan los ecos de la gastronomía más tradicional en forma del guiso del día, uno de los platos fuertes que Palacio de Tepa ofrece cada jornada de 13:00 a 16:00 horas y de 20:30 a 23:00, para el deleite de los amantes del plato de cuchara. Quien prefiera disfrutar de la buena mesa en la intimidad de su habitación, podrá hacerlo a través del ‘room service’ que ofrece una carta que mezcla lo cañí –mención especial merecen sus callos a la madrileña y la selección de tapas Estado Puro- con una oferta más internacional.
Por su parte, el laureado Estado Puro abrirá en unas semanas en la planta baja del nuevo NH Palacio de Tepa (donde se ubicaron los cafés-tertulia de los que hablaba Moratín en sus comedias y donde, años después, ya en el siglo XX, se emplazó el café de San Sebastián, predilecto de médicos como Santiago Ramón y Cajal).
El moderno gastrobar contará con una carta muy similar a la del primer emplazamiento en Neptuno, pero con un guiño todavía más atrevido. “Las tapas de toda la vida, en un ambiente moderno y transgresor”, anota el chef. Mini hamburguesas, tortillas del siglo XXI, berenjena en salmorejo, fardos de calamar con pisto o esferificaciones de berberechos, entre otra larga lista de tapas de vanguardia, reinarán también en la carta del nuevo establecimiento. “Jugaremos un poco más a comer con las manos”. Mayor osadía es la seña de identidad que Roncero subraya de su nuevo espacio. El rompedor concepto de “GinTonic & Chicken” (gin tonic y pollo) revolucionará la noche madrileña con su propuesta de mezclar alta coctelería con los pollos asados de toda la vida.
Y es que el nuevo Estado Puro incluye un asador de pollos, con servicio ‘take away’ desde el jueves y durante todo el fin de semana.
Una vez más, la imagen de Estado Puro es obra del estudio James&Mau de interiorismo. Jaime Gaztelu y Mauricio Galeano han querido que de nuevo la carismática peineta, tenga un lugar de honor en el espacio de Estado Puro ya que más de 1.255 peinetas, retroiluminadas con fluorescente, ponen su sello cañí a los techos del bar y al reservado del segundo gastrobar de Paco Roncero.

OTROS SERVICIOS y `MIMOS´
Además de su servicio de catering para eventos, con la firma de Paco Roncero y del habitual servicio de habitaciones roomservice de la cadena, los huéspedes de NH Palacio de Tepa contarán con gimnasio así como un acuerdo de acceso al completo centro de wellness y spa Metropolitan, en la misma Plaza del Ángel. El hotel también dispone de una carta de tratamientos de belleza, que incluye masajes de todo tipo –como el “Jet lag”, el ayurvédico “Star” o de reflexología podal-, faciales -para hombre y mujer-, corporales, manipedicura y diseño de cejas, entre otros.
Para cuidar de cada detalle durante la estancia, NH Palacio de Tepa pone a disposición de sus clientes una ‘carta de mimos’, que incluye diversos tipos de almohadas, velas, sales de baño, esponjas y aguas, y también música, altavoces para Ipod y libros de arte, literatura, gastronomía o viajes.
Acorde a su cometido de ofrecer un alojamiento superior, el hotel cuenta asimismo con una ‘carta de servicios premium’: el `Vip transfer’ en limousine o vehículo privado con chófer; el ‘VIP desk’ –para el asesoramiento de rutas turísticas, la gestión de entradas a espectáculos y reservas, confirmación de vuelos…-; mayordomía –que  pone a punto el equipaje a la llegada y salida del hotel-; servicios especiales para bebés –con personal especializado para su cuidado, productos específicos y desayunos infantiles-; personal shopper y entrenador; y los pequeños detalles que añaden un plus de bienestar, como disponer de una Nespresso o un minibar premium en la habitación.   
Por otro lado, el hotel cuenta asimismo con tres salas con balconadas e inundadas por la luz del exterior, idóneas para la celebración de pequeños eventos. Los clientes de NH Palacio de Tepa disponen de servicio de parking y conexión wi-fi gratuita en todo el hotel, además de la posibilidad de gestionar sus reservas a través de la nueva aplicación que NH Hoteles ha desarrollado para Iphone.