Sin duda alguna, 2013 se ha destacado por su peculiaridad para las empresas del sector turístico.
Después de un 2012 con una mayoría de empresarios coincidiendo en haber obtenido buenos resultados, especialmente en la venta de viajes al exterior a destinos como Caribe, Estados Unidos y Europa, el año que acaba de llegar a su fin no ha seguido por la misma senda. Al menos no para todos.

Más que nunca, cada empresa ha experimentado y vivido este año según su propia óptica. Por eso tal vez sea normal escuchar que según quien hable dejará entrever opiniones totalmente disímiles con respecto a las mismas temáticas. Algunos conformes con la rentabilidad, otros que acusan aumentos de tarifas desde hoteles y compañías aéreas; lo mismo sucede con los destinos turísticos, ya que por un lado empresarios se congratulan por las excelentes ventas al Caribe, mientras otros hablan de aviones vacíos, y se quejan de una operatoria chárter difusa.
De todos modos, el factor común que causó gran zozobra se basa en las fluctuaciones de la política nacional que, en el sector turístico, se hicieron sentir con mayor fuerza. Las regulaciones de la AFIP sumadas a la especulación monetaria, la inflación y la crisis internacional hicieron que 2013 comenzara con grandes expectativas pero terminara con más preguntas que respuestas.

Crecimiento desacelerado
El que no se genere más dinero no significa que no haya crecimiento. Si bien los vuelos chárters se redujeron, de la misma manera aumentaron las frecuencias regulares, a fin de respetar y cuidar a aquellas empresas que trabajan y soportan rutas no tan rentables a lo largo del año.
Lo mismo sucede con respecto a los avances en tecnología. Cada vez más empresas del sector se sumergen en la gran pileta digital para garantizar un servicio más eficiente a sus clientes, desde sistemas de reservas online, como también back-office, GDS y tecnología en general.
No hay que olvidar de la creciente y constante apuesta hacia las redes sociales, y adoptaron el uso de Facebook, y especialmente Twitter, para entablar diálogos constantes, mejorar sus servicios, dar a conocer sus novedades y marcar presencia.
Las empresas de cruceros, a pesar de un contexto global poco favorable, siguen creciendo en la región y especialmente en Argentina, que trabaja año a año para cumplir con su “potencial crucerista”.

Lo que dejó la FIT
En momentos en que las economías del mundo luchan por conservar su equilibrio, la participación de los países en ferias de turismo ha pasado a un cómodo segundo plano. Sin embargo, en ese contexto, 35 países se hicieron presentes en la 18a Feria Internacional de Turismo, engalanando una de las mejores jornadas de la historia del evento. La edición 2013 de la Feria Internacional de Turismo sufrió importantes cambios, presentando una nueva distribución de los destinos en el recinto ferial, resaltando la concentración de regiones y el crecimiento del pabellón nacional, que al igual que las grandes ferias del mundo, como FITUR de Madrid o ITB de Berlín, se destacan por el enorme desarrollo arquitectónico de los destinos turísticos locales. En el caso argentino, la evolución registrada en el pabellón nacional ha sido tan elocuente que hoy nada tiene que envidiar a aquellas, y eso se debe fundamentalmente a que el negocio turístico se ha instalado definitivamente como política de Estado en la gestión, la que sin dudas derramó sus conceptos a los políticos nacionales y provinciales, quienes vieron en el sector una oportunidad de crecimiento para las economías regionales.

Una mancha más al tigre
Aunque no se trate de una temporada en crisis, muchos han evidenciado cierta lentitud para completar los cupos. Entre los factores aparecen tanto las medidas para el control de las divisas extranjeras, como también la incertidumbre económica, tarifas excesivamente altas desde los hoteles en comparación a 2012, falta de anticipación en el armado de vuelos chárter, un cambio en las costumbres de veraneo de las personas, que prefieren evitar los altos costos de plena temporada, entre otras razones que han “lentificado” el proceso habitual para la cadena comercial de la “Alta”.
Aunque es un cliché, el 2013 “se fue volando” entre tantas novedades que tuvieron en vilo al sector. Un año de muchas novedades que debe servirle a todos los prestadores de la industria turística para crecer más allá de lo económico. Con el 2014 a cuestas, nuevos desafíos, un nuevo contexto y la exigencia tradicional de adaptarse, cambiar y estar a la par de un sector económico tan dinámico como lo es el Turismo.