Con el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016 cada vez más cerca, Brasil sigue impulsando proyectos con el objetivo de hacer más eficiente su creciente economía y permitir un flujo sin contratiempos de turistas.
En esta oportunidad se habla que la presidenta del gran país hermano, Dilma Rousseff, proyecta la concesión de 45 puertos además de los principales aeropuertos, medida anunciada el mismo día de su asunción en Brasilia. Esta es una medida que, sin ir más allá de la región, puede encontrar con la voz de la experiencia de aquellos que han tomado decisiones similares.
Aunque haya sido el mismo PT (Partido de los Trabajadores) el que ha criticado a las privatizaciones ocurridas durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, no parece que haya un cambio de enfoque en el gobierno de Dilma, así como tampoco lo hubo con Luiz Inácio Lula da Silva, quien incluso también realizó concesiones en carreteras y ferrocarriles.
La privatización de los puertos de Brasil comenzará con la licitación de una nueva Terminal en Manaos, donde la situación es considerada “crítica”. A su vez, las constructoras brasileñas al parecer querrían participar de sociedades en las operaciones aeroportuarias. El criterio que se utilice para los aeropuertos de Guarulhos, Viracopos-Campinas (ambos en San Pablo) y Brasilia, estará en función del mayor valor pagado por el concesionario.

Puertos
Teniendo en cuenta  la infraestructura disponible y la demanda de carga proyectada, la Agencia Nacional de Transportes Aquaviários -Fluviales- (Antaq) ya detectó 45 áreas, a las cuales se las considerada como “prioritarias” para atraer a los inversores privados.
Hay que tener en cuenta que el nuevo modelo de gestión se basa en una filosofía que difiere de aquel que hoy está vigente en los puertos brasileños. Aunque toda la operación de las terminales ya haya sido privatizada en la década de los ‘90, los llamados “puertos públicos” o “puertos organizados” son administrados por una autoridad pública, como la compañía Docas. Según aclaró oportunamente el director de la agencia, Tiago Lima, “quien gane, administrará y operará todo dentro del puerto, con la supervisión de Antaq”.

Aeropuertos
Con Guarulhos, Campinas y Brasilia, la carrera en las terminales aéreas ya ha comenzado ante la necesidad de las grandes constructoras de concretar sociedades con operadores internacionales. Entre las empresas dedicadas a la ingeniería para grandes obras que aparecen sobre la mesa figuran Galvão Ingeniería, Andrade Gutierrez, Odebrecht, Carioca Ingeniería y Camargo Correa, todas buscando negociar con compañías extranjeras especializadas en administrar aeropuertos, que aportan la experiencia necesaria para este tipo de emprendimientos.
El secretario de Seguimiento Económico (Seae) del Ministerio de Hacienda, Antônio Henrique Silveira  aclaró que la privatización será total y no parcial en una estación aérea. “Estaba la posibilidad de que la concesión fuera sólo de terminales, pero la decisión fue la privatización general”, explicó el funcionario.
De todas maneras, para obtener mayores seguridades al respecto, habrá que esperar a que el escenario se esclarezca, y esto sucederá sólo después de la licitación del proyecto del Aeropuerto de São Gonçalo do Amarante (Natal, Rio Grande do Norte). Se cree que este será el termómetro del proceso de concesión, un indicador de cuál es el interés real del mercado.
En primera instancia, el negocio con ese aeropuerto parece arriesgado y mantiene a raya el interés de las empresas. Sin embargo, algunas líneas aéreas también pueden terminar integrando los grupos que disputarán la licitación. Aunque TAM y GOL no parecen muy interesadas, al parecer, de ser necesario se presentarían para garantizar la calidad de la gestión de los aeropuertos.
Esta participación de las aerolíneas implicaría la definición de reglas de rigor para evitar un conflicto de intereses, teniendo en cuenta que esas empresas serían al mismo tiempo clientes y socias de la operación aeroportuaria.

El Mundial apremia
En algunas ocasiones el Gobierno brasileño ha deslizado la posibilidad de que no todas las obras serán terminadas para la Copa del Mundo 2014, el disparador del proceso licitador.
Sin embargo, Brasil trabajará en mejorar la recepción de turistas porque el gobierno afirma contar con ganancias operacionales, producto del mayor entendimiento entre la Empresa Brasileña de Infraestructura Aeroportuaria (Infraero), Aduana y Policía Federal.
En julio, comenzará en Brasilia y Guarulhos la conformación de “núcleos gerenciales” a fin de detectar las dificultades del sector y solucionar obstáculos inmediatame