Seguridad y rapidez en Brasil
Viajar a Brasil, por Brasilia (capital de Brasil, en el centro-oeste del país), será aún más fácil y seguro. A finales de julio se comenzaron a implementar portones electrónicos para la lectura de pasaportes, de modo que los visitantes no necesiten más pasar por agentes de la Policía Federal en el sector de inmigración. El sistema facilitará a reducir filas en el Aeropuerto Internacional Juscelino Kubitschek y abreviará a segundos el proceso de entrada al país.
Aún en fase de pruebas, el sistema será utilizado inicialmente en la ruta Brasilia-Lisboa (Portugal). En esta primera etapa, los portones electrónicos estarán disponibles solamente para brasileños y portugueses con pasaportes diplomáticos y oficiales con chip. Los viajeros comunes disfrutarán de dichas ventajas a finales de 2011. Si el proceso tiene éxito, formará parte de las acciones de seguridad de los aeropuertos brasileños durante la Copa del Mundo FIFA 2014 y de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de 2016.
El sistema ya es utilizado, con éxito, en Portugal, Inglaterra y Australia. Y el procedimiento es simple: el pasajero presenta su pasaporte a un lector electrónico que valida los datos almacenados en el chip, después de conducir una rápida consulta de datos. En seguida, el aparato compara la foto del documento con la cara del viajero, por medio de un análisis de datos biométricos faciales. Después de la verificación, las puertas son abiertas automáticamente. Un agente de inmigración estará disponible en caso de error o informaciones incorrectas.
La expectativa del gobierno brasileño es que todos los residentes dispongan de pasaportes con chip hasta 2014. El sistema será disponibilizado, también, a todos los países que firmen colaboraciones de entrada y salida internacional con Brasil. Esta acción va a ser importante para agilizar la entrada de los turistas esperados para los dos grandes eventos deportivos de la década. Cerca de 600 mil visitantes son esperados solamente durante los 30 días de Copa del Mundo FIFA 2014 y otros 380 mil para los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de 2016.