El turismo de Cataluña sigue de capa caída tras el fallido intento de independencia liderado por el ex jefe de gobierno de la Comunidad Autónoma (hoy exiliado en Bruselas). Mientras tanto los hoteleros siguen perdiendo.

La alteración al orden social de un destino turístico como Cataluña (con Barcelona a la cabeza) puede traer consecuencias nefastas para sus negocios, y muy especialmente para la actividad turística, y la realidad lo ha demostrado con creces.

Después de haber sufrido el atentado terrorista en la Rambla el 17 de agosto del año pasado, la llegada de turistas nacionales e internacionales bajó sensiblemente a la ciudad de Barcelona en los días subsiguientes, pero lo peor estaba por pasar.

Desde hace décadas los catalanes aspiran a ser un Estado Independiente de la Corona Española, pero mal que mal, fueron llevando sus ideas sin involucrar la violencia física o institucional. Eso fue hasta el pasado 1 de octubre cuando se realizó (de manera ilegal) un referéndum de autodeterminación convocado por la Generalidad de Cataluña, y que había sido suspendido por el Tribunal Constitucional a mediados de septiembre. Ese día se vieron hechos de violencia protagonizados por miembros de la Policía Nacional y la Guardia Civil contra los votantes que pretendían ingresar en las escuelas para emitir sus votos dejando más de 800 heridos, la cesación de Puigdemont como presidente de la Generalitat, su salida a escondidas del país para evitar ser encarcelado y la fallida declaración unilateral de Independencia.

Desde ese momento el turismo comenzó a evitar Barcelona y se dispersó hacia otros destinos dentro de España mucho más predecibles y tranquilos.

La misma presidenta del Ayuntamiento de Barcelona, Ada Colau, ha tenido que admitir que “BCN pierde peso turístico”.

Lo que dejan de ganar

El Ayuntamiento de Barcelona reconoció oficialmente el impacto de la inestabilidad política en el turismo de la ciudad, uno de sus principales motores económicos. En el último trimestre del 2017 el sector registró un descenso del 4,3% en el número de visitantes; siendo el mayor impacto entre los turistas internacionales, con una caída del 5,5%. El turismo internacional representa al 80% de las visitas a Barcelona, y la mayor caída se dio desde el Reino Unido, Alemania, Francia e Italia; mientras que han crecido las llegadas de turistas de orígenes más lejanos como nuestro país, Estados Unidos, Rusia, Japón y China.

Estos números fueron expuestos en la comisión de Economía del ayuntamiento. Allí el concejal de Turismo, Agustí Colom, precisó que los ingresos del turismo entre octubre y diciembre se derrumbaron un 10%, aunque no aportó cifras de cuánto dinero ha dejado de percibir la ciudad. En Cataluña, la Generalitat reconoció que se perdieron 319 millones de euros durante el último trimestre.

Colom aprovechó la difusión de estos números para buscar responsables sobre la crisis en el sector. El concejal dijo que la caída ha sido por “la violencia policial el 1-O, la huelga del 3 de octubre y la situación de inestabilidad por intentos de unilateralidad”.

En cambio, el representante del PP desligó la actuación policial y lo adjudicó a “la inestabilidad política catalana”, mientras que desde Ciudadanos consideran que el gobierno de Colau es responsable por haber lanzado “un mensaje de turismofobia”.

La concejal socialista Montserrat Ballarín dijo que si no cambia la tendencia podrían verse afectados los puestos de trabajo en el sector.

500 mil euros al día

Sensibles ante esa situación los hoteles de Barcelona informan que han tenido una caída de 14 euros diarios en el rendimiento por habitación. O lo que es lo mismo 50 millones de euros de pérdidas en el último trimestre del año, lo que equivale a un ritmo de 500.000 euros que se han dejado de percibir por día.

Esos números contundentes surgen de un estudio elaborado por STR y Magma Consulting, que precisa que el ingreso por habitación disponible fue de 14 euros menos por día y por plaza, lo que deriva en el número final de 50 millones que se han perdido entre octubre y diciembre.

Si se suman las pérdidas en sectores relacionados como el ocio y la gastronomía los resultados son peores, dicen las consultoras STR y Magma Consulting, a los que también se suman las caídas de ingresos en sectores como el transporte, las compras o actividades turísticas.

Números negativos hasta septiembre

El RevPar (ingreso por habitación disponible ) de Barcelona cayó en picado desde la realización del referéndum del 1-O: mientras que hasta septiembre crecía a razón de un 16% mensual, los ingresos por habitación disponible cayeron un 10,8% en octubre, un 12,3% en noviembre y, finalmente, se desplomaron un 23,9% en diciembre. Pese a todo, el 2017 cerró con un aumento global del 8% en este rubro. Los pronósticos más pesimistas anuncian que habrá que dejar pasar muchos meses de este año para que puedan recuperar la rentabilidad del sector hotelero en la capital catalana. Por lo menos hasta septiembre se presentarán datos negativos, indican las consultoras, pero no porque no exista una recuperación, sino porque será menor a los excelentes resultados obtenidos hasta septiembre del año pasado.

Madrid, la ganadora

Ante este panorama de inestabilidad en la comunidad autónoma de Cataluña la capital española se ha convertido en la gran ganadora.

Los números indican que España tuvo un récord de visitantes el pasado año colocándolo como el segundo país con más turistas internacionales detrás de Francia, impactando directamente en el negocio hotelero. Pero pese a que la ocupación media apenas ha subido el 0,7%, el precio medio diario alcanzó los 114,4 euros de promedio, un 8% más que el año pasado. Por otra parte, el ingreso medio por habitación (RevPar) llegó a los 85,3 euros, lo que representa una mejora del 8,8%.Estos índices, según las consultoras STR y Magma Consulting, llevan a España a niveles pre-crisis, “al superarse los picos de 2008”, indicaron.Madrid ha aprovechado la crisis en Cataluña consiguiendo liderar en España con un crecimiento en el rendimiento del 18%. Sólo seis ciudades europeas han logrado un mejor resultado que la capital española, como Estambul (+35%), Lisboa (+22%), Belgrado (+21%), Kiev (+20%) y Bruselas (+19%).

¿Quién se beneficia?

Por su parte Málaga ha sido la segunda ciudad española que mayor crecimiento del RevPar ha registrado en 2017, con un incremento del 17%, por lo que los autores del estudio se preguntan si la ciudad andaluza puede llegar a ser “la nueva Barcelona”. El año 2017 ha dejado en Málaga capital los mejores datos turísticos de su historia, pulverizando los récords obtenidos el año anterior y confirmando a la ciudad como el destino urbano que más crece de España, según los datos provisionales ofrecidos ayer por el Ayuntamiento. Los hoteles de la capital alojaron el pasado año a más de 1,3 millones de turistas, un 9% más que en 2016, y casi 2,5 millones de pernoctaciones, con un incremento del 3,5%.

Málaga se situó por delante de Palma de Mallorca y Zaragoza (ambas suben un 6,96%), Barcelona (3,30%), Bilbao (3,19%), Sevilla (2,77%), Madrid (2,51%), Córdoba (1,62%), Valencia (1,36%) y Granada (-2,76%). Málaga capital ha crecido también más que la media de España (3,61%), de Andalucía (2,42%) y de la propia provincia malagueña (1,28%).

En términos absolutos, el emisor internacional más importante para la ciudad es Reino Unido, con 119.280 viajeros, con una subida del 21,54%, seguido por Alemania, con 66.297 viajeros (un 25,96% más); Italia, con 59.655 turistas (7,98%); Francia, con 55.674 personas (3,37%), Estados Unidos, con 43.748 viajeros (27,84%); y Países Bajos, con 43.492 viajeros (6,36%).