De repente Nuquí, Bahía Solano, Málaga, Gorgona y Utría, ven emerger del fondo del mar unas cuarenta toneladas que precipitadamente vuelven a caer y desaparecer por segundos.
Playas, acantilados y bahías se convierten en las tribunas naturales para ver este espectáculo único de la naturaleza. Las condiciones del lugar permiten apreciar el nado de las ballenas y sus ballenatos de manera segura y sobre todo respetuosa. No sobra aclarar que el avistamiento de ballenas debe respetar el espacio que ellas necesitan pues este es un mamífero vulnerable y del comportamiento del turista depende en parte su supervivencia.
En Colombia, desde el departamento de Nariño hasta el Chocó, en la costa del Océano Pacífico se puede apreciar la llegada de las ballenas todos los años desde julio hasta el mes de noviembre.
Las ballenas jorobadas nadan en todos los mares del mundo. Sin embargo la calidad del agua, su profundidad y temperatura, así como las características del viento y el ambiente, inciden en su presencia anual en el Pacífico colombiano.
Paciencia es una de las características que deben tener los turistas que van a ver las ballenas, muchas veces pueden pasar horas enteras sin que estos cetáceos se vean en los alrededores.
Influye sobre todo el estado del mar. Hay más posibilidades de verlas cuando las aguas están calmadas y no está el sol en su plenitud, es decir en las primeras horas de la mañana o en las ú