Impacto y estrategias para hacer frente al contexto mundial
Mensajero habló con los economistas Marcos Cohen Arazi y Joaquín Escardó, acerca de los posibles inconvenientes que podrían traer al sector nacional.
El mundo se encuentra atravesando una guerra, que si bien su inicio data de muchísimos años atrás, el conflicto armado volvió a estallar recientemente. Israel e Irán, “mediados” por Estados Unidos, mantuvieron dos semanas intensas de represalias con la intención de frenar planes nucleares. Sin embargo, se anunció la mesa de diálogo que paralizó el enfrentamiento, aunque no alivió la tensión mundial.
Ahora, en lo que respecta al mundo de los viajes, este contexto no beneficia al sector. Desde el inicio del conflicto, los viajes a Medio Oriente se encuentran ante idas y vueltas y cierta incertidumbre en el día.
Por otro lado, como en un mundo globalizado en el que vivíamo, lo que sucede a miles de kilómetros impacta en suelo argentino. Es que los jóvenes militares de Israel, una vez que finalizaban la escuela obligatoria militar, aterrizaban en la Patagonia para disfrutar de un año sabático. Este segmento representaba una entrada de entre 30 y 40 mil pasajeros al año en el país, sin embargo, tras el estallido de la guerra en octubre de 2024, las circunstancias cambiaron y el ocio quedó postergado.
Pero ese no es el único factor que preocupa al sector, la posibilidad de que Irán cierre el paso de uno de los gasoductos más importantes del mundo podría provocar un incremento en el barril de petróleo y en las tarifas gas, afectando la rentabilidad de la aviación comercial, al trasporte terrestre y al sector hotelero.
Entendiendo ese escenario, Mensajero habló con los economistas Marcos Cohen Arazi y Joaquín Escardó, quienes además sumaron sugerencias para poder equilibrar o contrarrestar los efectos negativos del escenario global.
Para los economistas, el petróleo se encuentra en un proceso de normalización tras la postura dialoguista que adoptaron los países en conflicto, sin embargo, el gas no tienen una estandarización de precio, por lo cual en el último tiempo tuvo una tendencia de crecimiento. No obstante, Escardó hizo hincapié en la necesidad de crear una infraestructura nacional óptima en este sentido con más gasoductos nacionales para reducir costos.
A su vez, Escardó remarco que, en el caso del gas, algunas provincias continúan siendo beneficiadas con los subsidios nacionales.
Costos ocultos: una oportunidad que podría destrabar el gobierno
Dentro del análisis de los economistas, los costos ocultos que hoy mantienen los sectores de la cadena turística, como por ejemplo, el hotelero, muchas veces son los que en escenarios de esta índole contrarrestan ganas de viajar de los turistas, aun en contextos adversos.
En palabras de Cohen, el contexto macroeconómico nacional, generó un encarecimiento de Argentina como destino. Y ante la posibilidad de captar viajeros que, por la sensación de riesgo en el Medio Oriente y zonas cercanas, decidan venir a Sudamérica, los costos de los servicios podrían conspirar en contra. Para revertir la situación, el economista recomendó agudizar el ingenio y exprimir la matriz de costos de cada actividad, para afinar esa competitividad todo lo que se pueda.
Por otro lado, como un segundo eje, marcó que el sector privado, junto al público, deben tomar como una necesidad la búsqueda de soluciones para las políticas tributarias. “El sector privado tiene que invocar y solicitar esta respuesta de parte de quienes deciden en la política pública para acompañar los esfuerzos privados y que se alineen en esta necesidad de volver a ser más rentables en un contexto donde la política atenta mucho contra la competitividad del mundo”.
En un apartado más puntual, Escardó advirtió que el 40 % de las tarifas de hoteles son costos ocultos que se traducen en impuestos. Por lo que aconsejó que en los establecimientos se debe apuntar mayoritariamente a la mejora de los números. “Hay que ser muy competitivo en precios y sí, los márgenes de rentabilidad que pudo haber en otros años hoy no están. Entonces hoy hay que trabajar más en volumen que en precios”, concluyó.