Los volúmenes de negocio de la plataforma creada en el 2008 por Brian Chesky la posicionan como la tercera gran empresa turística on line junto a Expedia y Booking, pero Airbnb quiere seguir sumando servicios para diferenciarse de sus competidores por lo cual se baraja que una de las novedades que anunciarán es la de ofrecer un toque personalizado similar al que proporciona el conserje en un hotel.
Ya en el pasado mes de abril habían anunciado que la plataforma de alquileres turísticos incluiría guías de viaje y reseñas para promover “el turismo con encanto”, ahora, y según Bloomberg, Airbnb planea ir más allá del alquiler turístico y se prepara para convertirse en una compañía de viajes global. La expansión pasa por ofrecer reservas en restaurantes, tours y organizar planes para los viajeros a través de una nueva aplicación. Esta nueva herramienta se llamaría Airbnb Trips, como figura en Google Play Store, que promete itinerarios personalizados, información sobre los alquileres, restaurantes y bares con ‘happy hour’.
Para Airbnb supondría un argumento más para justificar la valoración de 28.000 millones de euros tras la última ronda de captación de capital.
Todavía no hay anuncios oficiales sobre el momento en que se presentaría este nuevo servicio, aunque se especula que se realice durante la conferencia anual que la empresa organiza cada noviembre. En dicha presentación se exhibirá también el programa que permitirá a los anfitriones ganar dinero por dar recorridos o recomendar restaurantes.

Quiere ser parte
En su intención de ser considerado como parte de la industria turística, y no un emprendedor tecnológico, Brian Chesky, anunció su ingreso a la Organización Mundial del Turismo (OMT) como miembro afiliado, uniéndose así a la mayor comunidad de líderes de la industria de turismo con los 157 países miembros de la organización y los 480 miembros afiliados del sector privado, instituciones educativas, asociaciones turísticas y autoridades locales. Esto se suma al hecho de que en Lisboa cobrarán la tasa turística, según un acuerdo alcanzado con el Ayuntamiento “con la intención de promover un turismo responsable”, siguiendo una política similar aplicada anteriormente en París.