El e-mail simplemente decía que apagaran sus computadoras y celulares y no atendieran a nadie, solamente eso. Al parecer el viernes 15 de julio a las 14 horas, mientras los contratadores estaban haciendo su trabajo en Islas Canarias, Malta o Menorca, don Paul Evans salía de España con destino desconocido mientras dejaba desamparados a miles de turistas y cientos de empleados.