Entre la paranoia y la prevensión
Tracey Madigan esperaba ver los juegos de hockey en los Olímpicos con sus tres hijos este año. Ahora, lucha por cancelar sus boletos de avión, porque Sochi, en el suroeste de Rusia, no parece un lugar seguro. Las crecientes preocupaciones sobre la seguridad durante los Juegos, dice, la hicieron replantear los planes de vacaciones familiares que hizo hace meses: “Queríamos hacer esto para que fuera una experiencia de aprendizaje cultural para los niños (...) y ahora eso no vale la pena el riesgo”, dice.
Es una preocupación que muchas personas sopesan, ya que esta semana aumentaron las advertencias sobre la posibilidad de que un grupo terrorista tome como blanco el evento en Sochi.
Algunos atletas dicen que están ansiosos por competir en los Olímpicos que inician el 7 de febrero. Los organizadores dicen que están seguros de que las autoridades se encargan de la situación. Y los líderes de Rusia dicen que aumentan la seguridad alrededor del área con un “Anillo de Acero” que los atacantes no penetrarán.
Pero esas garantías no han detenido las serias preocupaciones sobre la seguridad entre los espectadores, competidores y analistas de seguridad.
Las advertencias alimentan el miedo a viajar
La estadounidense Madigan comenzó a preocuparse cuando se enteró sobre los ataques terroristas del mes pasado en Volgogrado, un centro de tránsito a 640 kilómetros de Sochi, los cuales mataron a más de 30 personas, pero intentó aplacar sus preocupaciones.
Una alerta de viaje del Departamento de Estado de Estados Unidos a principios de enero la convenció de que la situación era grave.
El texto de la alerta indica que los eventos públicos de gran escala como los Olímpicos son “un blanco atractivo para los terroristas” y menciona ataques previos en Rusia. Fue suficientemente para que Madigan cancelara sus planes de viaje.
“Es una voz oficial que te dice que sí, que tus miedos son correctos (…) está bien, no soy solo yo. Hay otra voz, una voz con seriedad que dice, ‘ten cuidado allá afuera’”.
Así que mientras aumentan los reportes de noticias esta semana sobre nuevas amenazas a los Juegos, un sospechoso suelto buscado por terrorismo y buques de guerra preparándose para evacuar a los ciudadanos estadounidenses si es necesario, Madigan canceló sus boletos de avión. Llevar a sus hijos a Sochi, dijo, está fuera de discusión.
“No solo tememos por su seguridad, sino también por las repercusiones que tendría si estuvieran en una parte del mundo donde ocurriera algo horrible”, dijo.
Las preocupaciones de seguridad como las de Madigan son mencionadas por algunos como una razón para la lenta venta de boletos para los Olímpicos; aunque los vendedores en Estados Unidos dijeron a CNN que la demanda está “a niveles esperados” y que probablemente surgirán ventas de último minuto en Rusia.
Los organizadores en Rusia dijeron la semana pasada que aproximadamente el 30% de los boletos disponibles todavía no eran comprado, reportó la agencia de noticias rusa RIA Novosti. El presidente ruso Vladimir Putin sugirió que los voluntarios podrían llenar los asientos restantes en las gradas.
"Definitivamente voy a tener cuidado"
El canadiense Domenico Ciarallo dijo que no tiene planes de renunciar a sus entradas, pero también está preocupado por la seguridad.
Vio la noticia del bombardeo del mes pasado en Volgogrado por televisión con su madre. “Me vio y dijo: ‘No vas a ir a Sochi. Perdí a tu padre; no voy a perder a uno de mis hijos’”.
Pero Ciarallo no canceló su viaje, a pesar de las preocupaciones de su madre. Dijo que viaja regularmente por todo el mundo en viajes de negocios y sabe que no hay peligro pronosticado.
“Todo puede pasar en un avión o tren o automóvil. No vivo con eso”, dijo. “Por supuesto, estoy preocupado. Obviamente es una preocupación. Pero sabes qué, definitivamente voy a tener cuidado, voy a mantener abiertos los ojos a mi alrededor, y estar consciente de lo que me rodea”.
Como parte de las medidas de seguridad aumentadas para los Juegos de este año, Rusia requirió que los visitantes proporcionaran fotografías, información de pasaporte y números de boleto por adelantado para recibir los pases. Eso, dijo Ciarallo, muestra cuán serios son sobre la seguridad.
“Probablemente estoy un 95% emocionado y nervioso, y quizá un 5% con miedo”, dijo. “Creo que una vez que lleguemos, ese tipo de miedo comenzará a retroceder. Creo que realmente tienes que tocar tierra y ver”.
Tara Lipinski, quien ganó una medalla de oro en patinaje artístico en los Olímpicos de Invierno 1998 y asistirá a los juegos de este año como comentarista para NBC, dijo que se siente segura, a pesar de las advertencias.
“No puedes tomarte esto ligeramente. Pero al mismo tiempo, al estar en los Olímpicos, nunca experimenté una seguridad tan alta. Así que espero que eso haga sentir cómodos a estos atletas”, dijo a CNN este lunes. “Espero que la atmósfera no sea ensombrecida por esto”.
El entrenador de los Bruins de Boston, Claude Julien, entrenador asistente para el equipo varonil de hockey de Canadá, dijo a ESPN esta semana que está determinado a seguir adelante.
“Tienes que esperar que las personas a cargo hagan lo más que puedan. Nunca hay garantía en esta vida y te gustaría hacerlo lo más seguro posible. Eso es básicamente todo lo que puedo decir, porque mi trabajo es ir allí y ayudar a entrenar a un equipo y esperar que las personas a cargo de eso hagan su mejor trabajo y hagan que sean unos Olímpicos exitosos”.
Analistas: Sochi enfrenta un riesgo único
Se espera que los Olímpicos reciban a 6,000 atletas de 85 países en Sochi. Y se espera que una multitud de espectadores observe desde las gradas, con casi 40,000 oficiales de seguridad haciendo guardia.
No es nada nuevo preocuparse por la seguridad en los Olímpicos o cualquier otro gran evento deportivo. Y las autoridades prometieron durante meses que la seguridad es una prioridad principal. Pero la situación es diferente en Sochi, dicen algunos expertos de seguridad, particularmente con los recientes ataques terroristas en otras partes del país.
“Las amenazas se han respaldado con incidentes, con ataques”, dijo Carl Herron, un exagente de respuesta de crisis del FBI, quien estuvo en los Olímpicos de Londres y Turín. “El porcentaje de que algo ocurra a partir de este momento es probablemente alto. Puede ocurrir dos días antes de que comiencen los Olímpicos, así que eso realmente intensifica la intensidad del aparato de seguridad”.
Los analistas de terrorismo dicen que Sochi tiene un riesgo único debido a que los focos de militantes islámicos están dentro del país, lo que deja a los Olímpicos más cerca que nunca del peligro.
“Este grupo no tiene que volar desde Medio Oriente, el norte de África, Asia o alguna ubicación remota”, dijo el exdirector asistente del FBI, Tom Fuentes. “Ya están en el vecindario”.
Fuente: CNN México