Baños en las aguas azul turquesa del mar Mediterráneo. Atardeceres de espectacular belleza. Playas paradisiacas y prácticamente vírgenes. Largos paseos en entornos naturales protegidos. Un destino en el que no existen los semáforos. Sabrosa gastronomía local. Mercadillos al aire libre y llenos de encanto.

Naturaleza virgen
Estar en la playa y no ver ninguna construcción. Caminar y saber que lo haces por un entorno apenas modificado por el hombre. El 70 % de la isla está protegido.

¡Aquí no hay semáforos!
No los busques porque en Formentera no hacen falta. De hecho, nuestro consejo es que olvides el coche y te muevas en bicicleta o a pie.

Playas paradisiacas
Compruébalo en playas como Ses Illetes, Levante, Migjorn, Caló des Mort, Es Trucadors… Además es fácil encontrar rincones solitarios para pasar un tranquilo día de playa a lo largo del litoral de Formentera. En algunas, podrás también disfrutar de locales con ambiente chillout junto al mar.

Tradición y sabor
Gastronomía popular que invita a una comida tranquila con una agradable sobremesa. Saborea su ingrediente más conocido, el Peix Sec (un pescado salado secado al sol, asado y conservado en aceite). La Ensalada Payesa, los higos, la miel, el queso fresco y su vino también son muy recomendables.

Aguas transparentes
Disfruta del submarinismo en todo su esplendor gracias a la increíble visibilidad de sus aguas, que llega hasta los 50 metros. La sensación de paz bajo el agua te sorprenderá.

Ser un ave más…
O casi, porque en Formentera habitan o hacen parada en su ruta migratoria más de 200 especies de aves. Una oportunidad para acercarte a la observación de aves.
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