El cuco de Oriente
Cerrado al mundo desde que tomó las riendas el gobierno estalinista hereditario después de la Segunda Guerra Mundial, y en estado de permanente guerra con su par del Sur (aliada de los Estados Unidos de América) ya que nunca firmaron el cese de hostilidades al finalizar la guerra de Corea que tuvo lugar entre 1950 y 1953, este país, uno de los más radicales de este siglo XXI, va abriendo pequeñas puertas al turismo, especialmente luego de la muerte de sus líderes, Kim Il Sung en 1994 y su hijo Kim Jong-il en 2011.
La gran novedad de este 2013 ha sido el anuncio de que se les ha permitido a los turistas extranjeros entrar al país con sus teléfonos celulares, según informaciones de la agencia de noticias china, Xinhua.
Un trabajador egipcio ha revelado a la agencia china que el pasado 7 de enero las autoridades norcoreanas derogaron la prohibición de que los turistas extranjeros entren en el país con sus teléfonos móviles. Para ejercer su nuevo derecho, los turistas extranjeros tendrán que registrarse en la Oficina de Aduanas del régimen comunista que, después, les facilitará un número de identificación para sus teléfonos móviles.
Hasta ahora, los turistas extranjeros estaban obligados a dejar sus teléfonos móviles en la Oficina de Aduanas a su entrada en territorio norcoreano y solo podían realizar llamadas internacionales a través de una tarjeta de 50 euros facilitada por Koryolink.
Hasta ahora quienes ingresaban al país ya sea en tren o por vía aérea al aeropuerto de Pyongyang debían dejar que los guardias revisaran sus pertenencias y les retuvieran hasta su salida todos aquellos aparatos de comunicación que tuvieran GPS. Si bien podían realizar llamadas internacionales desde teléfonos pagos dentro de los hoteles, los propios norcoreanos lo tienen vedado.
Paso a paso
En diciembre del 2011 Corea del Norte anunciaba que dejaría entrar a grupos limitados de turistas a partir de enero del 2012.
Una de las cinco agencias de viajes autorizadas por Pyongyang para organizar este tipo de recorridos es la agencia de Beijing, Koryo Tours, y de hecho es China quien explota el mínimo producto turístico de Corea del Norte, sobre todo para pequeños grupos de turistas chinos.
En estos tours, prohibidos para los periodistas, los turistas deben ir en todo momento acompañados por guías autóctonos, no pueden hacer fotos en determinados lugares y tienen prohibido visitar gran parte del territorio fuera de la ruta de monumentos estalinistas en Pyongyang.
Expertos internacionales aseguran que la sucesión en el poder por su hijo Kim Il Un no supondrá un cambio “drástico” a corto plazo en el régimen de Pyongyang, “al menos en cuanto a relaciones con otros países se refiere”. Así las cosas, “lo previsible” es que sólo algunas agencias de viaje especializadas (Asociación de la Amistad Coreana, Chugai Travel, Korea Konsult, Koryo Tours y New Korea Tours, entre otras pocas) continúen ofreciendo sus servicios turísticos, caracterizados por su alto número de restricciones y prohibiciones.
La propia agencia Koryo Tours advierte en su página web de las dificultades que pueden encontrar los ciudadanos surcoreanos o los periodistas para entrar en Corea del Norte, mientras que solo sus vecinos chinos disponen del “privilegio” de visitar una de las ciudades fronterizas sin el permiso expreso de Pyongyang.
Los turistas que visitan Corea del Norte han de ser conscientes de que se encontrarán “estrictas regulaciones que no son negociables”.
Para noviembre del 2012 se anunciaba que los turistas chinos podían conseguir su visado en pocos días, mientras que hasta ese momento ese tramite podía llevar varias semanas, y hasta un mes.
Inclusive las revisiones en inmigración se han relajado un poco haciendo que los inspectores pasen menos tiempo mirando los pasaportes y documentos de viaje. Además, los visitantes pueden tomar fotos del país, siempre y cuando viajen en el bus autorizado.
Estas medidas van de la mano del mayor ingreso de turistas chinos en los pasados años, que se incrementaron de los 130 mil del 2010 a los 190 mil del 2012.
Los expertos dicen que el país, regido ahora por Kim Jong-un, quiere facilitar el ingreso de turistas para movilizar la moribunda economía norcoreana con el ingreso de divisas.
Conexión con el mundo
La aerolínea norcoreana Air Koryo, que permanece desde hace mucho tiempo en la lista negra de las empresas que no pueden ingresar al espacio de la Comunidad Europea por motivos de inseguridad (considerada por algunos como “la peor aerolínea del mundo”), busca hacerse un espacio entre las redes sociales y cuenta con una página en Facebook desde mediados del 2011. Para la mayoría de los hombres de negocios y funcionarios este es el único medio de entrar y salir del país.
Basada en el Aeropuerto Internacional de Sunan, en las afueras de la capital del país, Pyongyang, cuenta con aviones de fabricación rusa, Ilyushin y Tupolev, que la conectan básicamente con Beijing y otras ciudades chinas como Shanghai y Xian, además de Rusia, Kuwait y Kuala Lumpur (Malasia).
Según el diario inglés The Telegraph a la hora de querer hacer reservas en las rutas disponibles Pyongyang-Shengyang, Pyongyang-Pekín y Pyongyang-Vladivostok, los usuarios reportaron tiempos lentos de respuesta, problemas en la disponibilidad y otros errores.
Una crónica
Jordi Pérez Colomé, un periodista espanol, ha visitado Corea del Norte y he aquí algunas de sus descripciones:
-Los coreanos están aislados. El cierre al exterior de Corea del Norte tiene como objetivo preservar el régimen. La influencia de extranjeros y sus costumbres puede ser mala. Es probable que los norcoreanos sean las personas que sepan menos del resto del mundo.
-Además de algo de fútbol y política, también llegan marcas de moda sueltas que logran identificar: Gucci, Chanel, Adidas, Nike. En Corea del Norte hay tres canales de tv: dos nacionales y uno para Pyongyang.
-La propaganda es arrolladora. Desde su fundación, Corea del Norte ha tenido tres presidentes de la misma familia: Kim Il-sung, Kim Jong-il y Kim Jong-un. Sus esculturas adornan los espacios públicos y son los sitios adonde van las parejas cuando se casan o cuando hay algo que celebrar.
-Los extranjeros no puedan salir del hotel ni pasear solos, hablar con locales, ni hacer fotografías delatoras porque no deben ver lugares destartalados, sucios o que no funcionen.