República Dominicana, destino número uno del Caribe en el que se ubica la primera catedral de América, recibe a turistas de todo el mundo durante la Semana Santa, rindiendo tributo a las costumbres y tradiciones de la época reflejadas en una gastronomía particular que se adapta a dicha celebración religiosa. 

“Entre sus variados atributos turísticos, nuestro país es famoso por poseer tesoros históricos, emblemáticos de la fe y la cultura que forman parte del día a día en nuestra sociedad,” dijo Magaly Toribio, Asesora de Marketing del Ministerio de Turismo de República Dominicana. “Conocidos por la hospitalidad y alegría de nuestra gente, nos esmeramos por brindarles a todos los turistas una experiencia amena y enriquecedora que puedan disfrutar más allá de sus creencias, y en esta época de Semana Santa nuestra gastronomía toma un giro protagonista.”

La gastronomía dominicana, influenciada por la cocina africana, española y francesa, utiliza una extensa variedad de sabores ofreciendo una gama de platos, dignos de la ocasión, que permiten a los turistas llevarse una muestra de la rica cultura del país durante este feriado. En República Dominicana, según la región, se pueden preparar y degustar recetas muy variadas que no contienen carne. El pescado tiene una presencia notable y es cocinado de múltiples formas.

La diversidad gastronómica disponible durante este feriado va desde el moro de guandules hasta el dulce de leche. Opciones como las croquetas, las tortillas de bacalao, garbanzos con espinacas y la sopa de ajo son la perfecta entrada para un delicioso almuerzo dominicano. Entre las opciones para el plato fuerte se encuentran el bacalao acompañado de arroz y plátano maduro. Otros pescados de temporada como el mero y la merluza se suelen preparar en escabeche. El delicioso locrio de arenque o sardinas son también recetas muy famosas. El toque dulce, para el postre, lo ponen las emblemáticas habichuelas con dulce, habas con dulce y los buñuelos. Su elaboración sencilla, junto con su delicioso sabor los ha convertido en platos perfectos para estos días de liturgia.

Estos postres se pueden encontrar a los costados de las carreteras, mientras uno viaja, así como en restaurantes en todo el país, lo que le da al turista la oportunidad de interactuar con el local. Como tradición cultural, en los hogares dominicanos, estos son preparados en grandes cantidades para brindar y compartir con los vecinos y familiares.

La exquisita gastronomía tradicional de Semana Santa combinada con la variada oferta turística del país es el complemento ideal durante la visita al destino. Ya sea que el turista quiera una experiencia relajante bajo una palmera, bebiendo coco frío y deleitarse en el mar o disfrutar una gran variedad de eventos de entretenimiento e interactuar directamente con la cultura y gente dominicana, República Dominicana ofrece de todo para todos.