Cuba busca estabilidad y crecimiento
Durante un encuentro con comunicadores de seis naciones latinoamericanas en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí de La Habana, la experta auguró un futuro esperanzador para este sector.
Casals dijo que son muchos los cambios desde 1961 para el turismo cubano, pues en ese entonces dependía de los Estados Unidos y luego de las barreras económicas de Washington contra La Habana, que aún perduran, la industria estuvo muy afectada.
Entre 1979 y 1989 comenzó el desarrollo de nuevos balnearios, junto al fundamental de Varadero, distante unos 140 kilómetros hacia el este de la capital, y principal polo recreativo del país.
Ya para los años 90 del pasado siglo, con la caída del campo socialista, Cuba se abre al turismo internacional como industria y a nuevos procesos inversionistas.
Un país como este archipiélago, con temperatura promedio de 25 grados centígrados, 11,2 millones de habitantes, 800.000 graduados universitarios, 46.000 kilómetros de redes de carreteras, 78 años de esperanza de vida y 300 playas, cuenta con mucho atractivo, sentenció.
En la actualidad los principales polos de recreo son Varadero con el 35% de todo el turismo insular, La Habana con un 23%, Jardines del Rey con el 9% y la oriental región de Holguín con un 10%.
El resto del turismo acapara lugares tan interesantes como la occidental provincia de Pinar del Rio o la meridional zona de Cayo Largo. Ahora las autoridades están enfrascadas en una extensión de la industria recreativa aprovechando cada espacio.
Cuba está conectada por aire con 39 ciudades del mundo, mediante más de 90 líneas aéreas, tanto regulares como en vuelos chárter; operan 10 aeropuertos internacionales y el flujo de visitantes es constante.
Agregó que existen tres terminales de cruceros, en La Habana, la central provincia de Cienfuegos y la oriental Santiago de Cuba. Además, incluyen 10 marinas internacionales, dos de ellas en La Habana.
La planta hotelera creció significativamente desde 1990 a razón del 7,5%, y en estos momentos aparecen 52.000 habitaciones en 334 hoteles, de ellos el 62% de cuatro y cinco estrellas.
Existe una participación extranjera mediante 65 contratos de administración para 28 mil 854 habitaciones, mediante las compañías cubanas Cubanacán, Gran Caribe y Gaviota.
Estos negocios incluyen a 13 cadenas hoteleras extranjeras, entre estas las españolas Sol Meliá, Iberostar, Riu, Barceló, Occidentales Hoteles, Hoteles Blau y Hoteles C.
En materia de empleo, el turismo da trabajo a 110.000 personas, el 60% con nivel medio de enseñanza y un 22,3% universitarios, con la tercera parte menores de 35 años, 42,8% de mujeres, y 31,5% de negros y mestizos.
El sistema de formación turística Formatur, está compuesto por trece escuelas para capacitar, instruir y preparar, mediante cursos de diferentes tipos como los de postgrado, especialidad y formación universitaria, entre una gran gama.
Este desarrollo facilita la economía del país, pese a que las barreras económicas de Estados Unidos contra Cuba desde 1961 afectaron con pérdidas en el sector por más de 22.000 millones de dólares.
Solo en el Caribe, esta Isla no puede atender al 50% de los viajeros que llegan a esta área, por ser estadounidenses, con afectaciones en cruceros, viajes en yates y otras modalidades.
Casals argumentó que en menos de 10 años Cuba pasó al tercer puesto como destino relevante en el Caribe insular y desde 1990 atendió a 30 millones de viajeros.
Significó que desde hace varios años se atiende a más de dos millones de viajeros por año y espera para el cierre de este 2011 completar por primera ocasión 2,7 millones.
Señaló como los principales mercados emisores hacia esta Isla a Canadá, Reino Unido, España, Italia, Alemania, Francia y México, en ese orden.
Y registró entre el orden de prioridades de su ministerio el perfeccionamiento en los métodos de la comercialización, el desarrollo de la campaña publicitaria Auténtica Cuba, y la náutica recreativa, además de aprovechar las potencialidades de circuitos y recorridos.
Emplazó la relevancia de dar continuidad a la elevación de la calidad del producto turístico, generalizar el sistema de formación y convertir cada hotel en una escuela de alta calidad, además de los planes para reparaciones y nuevas construcciones.
Como colofón, mencionó el desarrollo del golf, la recuperación de instalaciones patrimoniales bajo el nombre de Hoteles E (Encanto) y otros proyectos que apoyen la estrategia de un turismo de paz, salud y seguridad, protector del medio ambiente y con destaque cultural.