La realización de la próxima Copa del Mundo de 2014 en Brasil ofrece, además de la natural fiesta futbolística y expectativa deportiva, una oportunidad única para conocer los atractivos naturales, culturales y arquitectónicos que presentan las doce ciudades que han sido elegidas como sede del certamen. Éstas son algunas propuestas imperdibles para planificar el viaje al evento deportivo más convocante del orbe y comenzar a disfrutar de sus bellezas.

Belo Horizonte: La historia de la arquitectura en un solo paseo
Conocida como la “ciudad jardín”, Belo Horizonte concentra en su área metropolitana dos conjuntos arquitetónicos inigualables. Por un lado, el de Pampulha, erigido en torno a un lago artficial, cuya construcción fue una influencia decisiva para toda la historia de la arquitectura brasileña desde la década del 40 en adelante. Y, por otra parte, el conjunto de la Plaza de la Liberdad, un paseo que ofrece un espectáculo paisajístico que fusiona casi todos los estilos presentes en el país: neoclásico (de fines del siglo XIX), art-decó (de la década de 1940), modernista (de las décadas de 1950 e 1960) y posmoderno (de 1980).

Brasilia: La catedral que resume la arquitectura modernista
Toda la ciudad de Brasilia posee un particular encanto, derivado de la genial obra del urbanista Lúcio Costa y el arquitecto Oscar Niemeyer. Transitar sus calles es introducirse en un universo modernista y, al mismo tiempo, en el fruto de un pensamiento que marcó un período histórico del país. La idea de la monumentalidad atraviesa toda la ciudad, la primera moderna en ser considerada Patrimonio de la Humanidad, y encuentra su coronación en la impactante Catedral, una estructura hiperboloide construida en hormigón y cuyo techo pareciera alzarse hacia el cielo.

Cuiabá: El centro geográfico del continente
Capital del estado de Mato Grosso, Cuiabá posee el privilegio de constituir el punto central de América del Sur. Y para demarcar esta particularidad geográfica, su condición de centro geodésico del continente, se erigió sobre la Plaza Moreira un monumento en el que se detallan las coordenadas físicas de esta ciudad, puerta de acceso a la Amazonia. Desde allí es sólo un paso acceder al Museo “Marechal Rondon”, uno de los más completos centros de investigación y divulgación de las culturas indígenas del Brasil y, por supuesto, abierto al público.

Curitiba: La calle de la ciudad cultural
Cosmopolita, actual y marcada por la fuerte influencia de la inmigración europea, Curitiba está considerada una de las ciudades con mejor calidad de vida de Brasil. Y su punto de encuentro es la Rua das Flores, un extenso paseo cubierto inaugurado en 1992, en el que tanto de día como de noche casi medio centenar de establecimientos comerciales ofrecen todos los servicios que se puedan requerir, para disfrutar de una ciudad cuya diversidad y oferta cultural no pueden conocerse en una sola visita.

Fortaleza: El mayor parque acuático de América Latina
Dentro del área metropolitana de Fortaleza, una de las doce ciudades sedes de la Copa del Mundo, se encuentra el mayor parque acuático de América Latina y uno de los principales destinos turísticos de todo Brasil, que recibe cerca de 700 mil personas por año. Emplazado frente a las playas de Porto das Dunas, el complejo ofrece 13 kilómetros cuadrados destinados a los amantes de la diversión, el descanso y las emociones fuertes. Su principal atracción es el “Insano”, el tobogán de agua más alto del mundo.

Manaos: El teatro Amazonas y el esplendor de la era del caucho
Emplazada en el límite de la selva amazónica, Manaos conjuga de una forma única el contraste entre la urbanización contemporánea y la belleza de la naturaleza omnipresente. Heredera de la opulenta Era del Caucho, la ciudad exhibe como un trofeo el Teatro Amazonas, fastuoso centro de espectáculos construido con materiales traídos de Europoa y símbolo de la prosperidad de fines del siglo XIX. Caminar bajo su cúpula o maravillarse frente a sus palcos es una experiencia imborrable para el amante del arte y la arquitectura.

Natal: El paraíso junto al mar se llama Pipa
Aguas claras y tibias, inmensas palmeras, piscinas y miradores naturales, imponentes acantilados cubiertos de vegetación tropical, blancas dunas e irresistibles ensenadas son parte del paisaje habitual de las playas que rodean la ciudad de Natal. Entre ellas, Pipa es una de las opciones turísticas más requeridas, por estar situada en el mayor santuario ecológico del Estado de Rio Grande do Norte. Transformada a comienzos de los años 80 en un punto de encuentro para los amantes del surf, actualmente Pipa ofrece innumerables posibilidades junto al mar: paseos en barco, buggy, kayak o a caballo, caminatas y trekking por los caminos de la Mata Atlántica.

Porto Alegre: Naturaleza gaúcha en plena ciudad
Quien tenga la fortuna de recalar en la efervescente y moderna Porto Alegre será testigo de la activa vida que sus habitantes y sus visitantes despliegan a toda hora del día. Pero un paseo que no se puede desaprovechar es el que ofrecen las embarcaciones que remontan el río Guaíba. Una oportunidad para atravesar, de día o de noche, la febril ciudad moderna y conocer, al mismo tiempo, la gracia de la naturaleza gaúcha que se hace presente en medio de la planificación urbana.

Recife: La ciudad colonial mejor conservada de Brasil
El municipio de Olinda, dependiente de la región metropolitana de Recife, fue declarado Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad en 1982, por albergar el casco urbano histórico mejor conservado de todo Brasil y uno de los más bellos de todo el continente. Por supuesto, que la magia de Recife no termina allí, entre los deslumbrantes monumentos al pasado colonial. A pocos kilómetros se encuentra la playa de Boa Viagem, famosa en el mundo entero por sus arrecifes y sus piscinas naturales.
Río de Janeiro: Paraty, cultura y aventura
Alejada unos 260 kilómetros de los sitios universalmente conocidos de la capital del Estado carioca, como las arenas de Ipanema, el Cristo Redentor del Corcovado o el teleférico del Pan de Azúcar,  la ciudad de Paraty se ofrece como el sitio ideal para conjugar los deseos de quienes buscan playas paradisíacas, aventuras excitantes y contacto con la historia cultural de Brasil. Desde las calles empedradas de su centro colonial hay sólo un paso para disfrutar de las maravillosas costas de Trindade o las emociones del rafting, el buceo, el rapel, el surf o el aladeltismo.

Salvador: El Pelourinho y todo su encanto histórico
Hay quienes piensan que la fascinación del centro histórico de Salvador se reduce a las encantadoras calles del barrio del Pelourinho, quizás su más popular ícono. Sin embargo, el área declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad es mucho más que eso. Ingresar al centro histórico de Salvador es una inolvidable experiencia arquitetónica que le brinda al turista imágenes indelebles. Iglesias y caserones señoriales, testigos de un pasado que sigue vigente, enmarcan los paseos por las callejuelas empedradas que a cada paso deparan sorpresas.

San Pablo: El Museo del Fútbol en una ciudad que respira deporte
San Pablo, la gran ciudad que acoge en su seno a siete estadios de fútbol y al Autódromo de Interlagos, sede del Gran Premio de Fórmula 1, sorprende además con su impactante Museo del Fútbol, un espacio con casi siete mil metros cuadrados dedicados al deporte más apasionante del mundo. Ingresar en el Museo del Fútbol paulista es sumergirse en un viaje en la historia de Brasil y su acervo futbolístico, que forja día a día la identidad