Ciudades Patrimonio de la Humanidad
Las Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España comenzaron en 1993 a aunar sus esfuerzos creando una asociación con el fin de conservar y promocionar el ingente patrimonio cultural que atesoran. Con motivo de la celebración del 20 aniversario del trabajo en común de estas ciudades, en este número de invierno Turespaña vuelve su mirada hacia estas 13 joyas que son, sin duda, unos de los tesoros de España, un compendio de lo mejor que nuestro país puede ofrecer: patrimonio histórico, cultura, variada gastronomía y, sobre todo, una forma especial de disfrutar la vida y el ocio que marca a quienes tienen el privilegio de vivir en una Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Mérida y Terragona: Las ciudades romanas
Ambas declaradas Patrimonio de la Humanidad por sus extraordinarios conjuntos arqueológicos romanos y la importancia que tuvieron como capitales de la Lusitania y la Hispania Citerior.
En Mérida el viajero puede conocer el más esplendoroso legado romano de la Península Ibérica y admirar los edificios y ruinas de épocas hispano-visigoda, islámica y de los reinos cristianos bajomedievales. Pero, sobre todo, a este singular conjunto arqueológico y monumental, se añade el Museo Nacional de Arte Romano, obra de Rafael Moneo, una obra de arte en si mismo.
Tarragona. Del legado de la ciudad romana de Tarraco, una ciudad que creció bajo los auspicios de César, Augusto y Vespasiano para convertirse, a inicios del siglo II, en la capital de la provincia más importante de la Hispania romana, se han conservado 14 monumentos declarados Patrimonio Mundial. Pero Tarragona no es solamente su pasado romano. Con más de 15 km de playas de arena fina y dorada a sus puertas, es una ciudad que ha sabido conservar y cultivar su esencia mediterránea y en donde se entremezcla el rico patrimonio surgido a raíz de más de 2.000 años de historia.
Segovia y Toledo: Las ciudades favoritas de los reyes.
Preferidas por los dinastías de los Trastámara y los Habsburgo para establecer sus residencias reales, las mimaron y dotaron con maravillosas obras de arte que aún podemos visitar.
Segovia. Su acueducto, con una longitud de 15 km., es símbolo de identidad y emblema de la ciudad. Pero Segovia es más. Inolvidables son la silueta del Alcázar y las innumerables iglesias románicas contemplados desde los valles que abrazan la ciudad amurallada o desde los altos del Parral. Su catedral, la Dama de las Catedrales, quizás la última catedral gótica de Europa, nos abre la puerta a los barrios de la judería y las canonjías, recientemente rehabilitados. Un último comentario: la oferta cultural de Segovia, realmente asombrosa todo el año, es el complemento perfecto a un escenario de cuento.
Toledo es una de las grandes favoritas para todos los viajeros extranjeros. Quizás porque resume lo que es España, un cúmulo de culturas y razas que, en esta peña bordeada por el Tajo, fue la luz de occidente. Hoy la ciudad se presta a tantas visitas como perfiles tenga el visitante. Grandiosa o recoleta, secreta o mostrándose impudicamente resplandeciente en el Corpus. Una de las ciudades mejor conservadas del mundo y llena de vida con conciertos al aire libre, celebraciones sefardíes o conciertos en la catedral y, sobre todo, esperando para asombrarnos en 2014 mostrando a El Greco como nunca se ha visto, con motivo del con motivo del IV centenario de su muerte en la Ciudad Imperial.
Salamanca y Alcalá: las ciudades universitarias
Alma Mater de las universidades hispanas y próxima a la celebración del su VIII centenario, Salamanca debe a su Estudio General su fama universal. Los miles de estudiantes que albergan sus aulas dan un aire cosmopolita a la ciudad castellana y un color único, que atestiguan los abarrotados bares de tapas, terrazas y locales de copas de la ciudad. El inventario de palacios renacentistas, monasterios y conventos barrocos, iglesias románicas, catedrales (sí, la Vieja y la Nueva) es interminable, y lo corona gloriosamente la que llaman merecidamente la plaza mayor más bonita del mundo, impactante a cualquier momento del día y sublime al anochecer.
Alcalá tuvo en la obra más querida del cardenal Cisneros, la Universitas Complutensis, nacida en 1499 y esplendorosamente desarrollada en Alcalá hasta medidos del siglo XIX, su mayor gloria. Testimonio de la importancia de esta universidad renacentista, humanista y universal es el edificio del Colegio de San Ildefonso o Rectorado con sus patios y el maravilloso Paraninfo, escenario perfecto de la ceremonia de entrega del Premio cervantes, y su rosario de colegios mayores y menores, auténticas obras de arte felizmente recuperados por la nueva Universidad de Alcalá. Don Juan en Alcalá el 1 y 2 de noviembre es un buena excusa para pasear por esta ciudad patrimonial, que se ha aupado a la liga del turismo cultural.
Ávila y Cáceres: las ciudades místicas y guerreras
Ciudades en las que el granito es protagonista, piedra símbolo de un espíritu guerrero y de fortaleza espiritual.
Ávila, en el umbral de las celebraciones de Teresa de Cepeda y Ahumada, Santa Teresa de Jesús, una de las mujeres mujer más universales de la historia, muestra una renovada imagen como ciudad acogedora y abierta, con numerosos eventos que han tomado este verano su calles. La fuerza de la monja carmelita del siglo XVI se explica conociendo el entorno que la acompañó en vida: la muralla mejor conservada de Europa, asombro para los viajeros que la circunden iluminada al anochecer, una pléyade de palacios y mansiones que esconden patios impresionantes, y monasterios e iglesias del más puro románico y renacimiento.
Para Cáceres, albergar una de las mejores colecciones de arte contemporáneo de Europa, el centro de Artes Visuales Helga de Alvear, es un buen contraste a ofrecer al viajero, que tiene en sus calles una ocasión única de comprobar cómo el Tercer Conjunto Monumental de Europa, al que The Guardian calificó como ·posiblememente, la más auténtica ciudad medieval y renacentista existente", conserva vestigios de las culturas romana, árabe, judía y cristiana. Este legado se funde con la modernidad de una ciudad universitaria, viva y activa, llena de iniciativas culturales como el Festival WOMAD en mayo, punta de lanza de las músicas del mundo.
San Cristóbal de La Laguna e Ibiza: las ciudades isleñas
La Laguna es una de las joyas escondidas del Atlántico. Fue pensada y diseñada para la paz, sin murallas y a la vanguardia de las nuevas ideas humanistas. Su trazado intacto, su ejemplo vivo del encuentro de las culturas europea y americana, además de precedente directo de las urbes luego fundadas en el Nuevo Mundo, la llevaron a ser la primera ciudad Patrimonio de la Humanidad de Canarias. Tiene, además a sus puertas el monte de Las Mercedes (con la reliquia natural del bosque de laurisilva, que posee la mayor biodiversidad por km2 de Europa) y la tranquilidad que da el mar en Bajamar o Punta del Hidalgo.
Ibiza, Biodiversidad y Cultura. Bajo este título UNESCO declaró cuatro bienes como Patrimonio de la Humanidad en 1999: el recinto amurallado de Dalt Vila (S. XVI), la Necrópolis fenicio-púnica des Puig des Molins, Sa Caleta (poblado cartaginés del s.VIII a.C.) y las praderas de posidonia oceánica (Fondos Marinos del Parque Natural de Ses Salines). Además de estas cartas de presentación, sin duda el verdadero encanto de la ciudad de Ibiza reside en descubrir en sus calles y en su ambiente cosmopolita la huella que han dejado las sucesivas civilizaciones que recalaron en ella durante siglos de historia.
Cuenca: la ciudad abstracta
Camilo José Cela la llamó así, también "cubista y medieval, colgada y abierta". Ciudad Patrimonio desde 1996 por la magnífica conservación de su paisaje urbano y la excepcional fusión de la ciudad con el bellísimo entorno natural en que se enclava. Cuenca es un lugar de encuentro prolífico de grandes artistas en los años 50 que dio paso a la generación más importante e influyente de la segunda mitad del siglo XX español. El Museo de Arte Abstracto Español, la Fundación Antonio Pérez y la Fundación Antonio Saura son espacios imprescindibles para la comprensión del arte contemporáneo español. La vertiente cultural de la ciudad alcanza su cima con la Semana de Música Religiosa, consagrada como la joya de los festivales de música clásica de nuestro país.
Córdoba y Santiago de Compostela: las ciudades espirituales
Córdoba y Compostela evocan por sí solas la esencia de la cultura árabe y cristiana en la península. La mezquita y la catedral cobijaron bajo sus arcos y bóvedas a gentes que trajeron lo mejor de oriente y de occidente. Hoy día siguen siendo un mito de las culturas hispanas y siguen atrayendo a miles de viajeros.
La mezquita-catedral, alma y corazón de Córdoba, es el centro de gravedad de este Patrimonio de la Humanidad, que sumado a sus palacios, iglesias, alcázar y monasterios la convierten en una de las grandes ciudades monumentales de Europa. Además, en 2012 la UNESCO declaró la Fiesta de los Patios como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Los 12 patios del Palacio de Viana os convencerán de las poderosas razones de tal título y servirán de excelente pórtico de entrada a la ciudad de Séneca, Góngora y Romero de Torres.
Santiago de Compostela, es una ciudad hecha a medida del caminante. Sus calles y plazas forman un conjunto inigualable, armónico y homogéneo. Caminar por Santiago es descubrir infinidad de tesoros: palacios, monasterios, templos y plazas, pero también el espíritu de sus gentes acostumbradas a recibir viajeros de todos los caminos, la bulliciosa presencia de los miles de estudiantes de su Universidad y disfrutar de la intensa oferta cultural que ofrece la ciudad. Hay que volver más adelante, cuando hayan concluido las labores de restauración, para redescubrir la obra cumbre de la escultura románica de Europa: el Pórtico de la Gloria.
Fuente: ciudadespatrimonio.org