El plan incluiría la reducción de la carga tributaria sobre la cadena de turismo,  en segmentos como hospedaje, transporte, alimentación, feria y eventos, agencias de viajes y alquiler de vehículos, la creación de “zonas de tributación especial” en determinadas regiones de atracción turística y de un “vale hotel”, que los trabajadores del mercado formal recibirían para utilizar en hoteles durante la baja temporada.
La intención de la presidenta Dilma Rousseff es bajar a cero el déficit de los gastos de turistas brasileños en el exterior en ocho años.
Presionado por la mandataria y con la meta de atraer 7,2 millones de visitantes a Brasil en 2015, el ministerio de Turismo abrió varias negociaciones para agilizar el armado de un paquete de medidas.
“El Banco Central está pasando un peine fino para entender mejor los gastos de los brasileños en el exterior”, dijo a Valor el ministro Gastao Vieira.
En los primeros cinco meses del año, el déficit en las cuentas externas producido por gastos de turistas en el exterior sumó u$s 6.000 millones.