La Fiesta de la Candelaria es una celebración popular dedicada a la Virgen de Copacabana, patrona de Bolivia. En el día de la Purificación de María, se festeja con bailes típicos, trajes coloridos, música y una procesión con la Virgen la cual es muy venerada por los creyentes católicos.

Se le atribuye a la Virgen de Copacabana una infinidad de milagros. El culto a la Virgen de Copacabana se inició en 1583 en el pueblo de Copacabana, a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar, y a 139 km de la ciudad de La Paz, y recostado sobre una colina, donde la península de Copacabana se adentra en el lago Titicaca, acercándose a las islas del Sol y de la Luna, antiguos lugares sagrados para los aymaras e incas.
El cuerpo de la imagen está tallado en madera de maguey y está totalmente laminado en oro fino y en sus ropajes se reproduce los colores y las vestiduras propias de una princesa inca. Su forma original está permanentemente cubierta por lujosos mantos y trajes superpuestos a la talla, luciendo además una larga peluca de pelo natural.
La imagen, que mide un poco más de cuatro pies, sostiene en su brazo izquierdo a un niño de manera muy peculiar, como si estuviera a punto de caerse y en su mano derecha sostiene un canastillo con unas palomas.
La imagen original nunca sale de su santuario, para las procesiones se utiliza una réplica de la misma. Es típico del santuario, que los que visitan salgan de él caminando hacia atrás, con la intención de no darle la espalda a su querida Madre.
Se celebra el 2 de febrero, aunque también se la festeja el 5 de agosto.