Alarma en la Eurozona
Europa no está pasando una época de oro precisamente.
Salvo contadas excepciones, muchas noticias que arriban a estas latitudes sobre el Viejo Continente tienen un alarmante tono pálido.
Una de las últimas novedades indica que “la eurozona entró en recesión en el tercer trimestre con una caída del 0,1%”, según publicó el medio español Hosteltur.
El Producto Bruto Interno de la Unión Europea en el cuarto trimestre retrocedió un 0,5 por ciento respecto a la medición anterior, cuando había crecido un 0,1%, mientras que bajó un 0,6% en términos interanuales.
Este dato deja en evidencia tres trimestres consecutivos con caídas del PBI, según la primera estimación avanzada por la oficina comunitaria de estadística Eurostat.
De esta manera, en 2012 la actividad económica de los veintisiete países miembro se contrajo un 0,3 por ciento.
Los más y los menos
Según constata el medio digital español, entre los países de la eurozona cuyos datos se encontraban disponibles, sólo Estonia (+0,9%) y Eslovaquia (+0,2%) lograron mantener una cierta expansión de su actividad, aunque a un ritmo mucho menos acelerado que en el tercer trimestre, mientras las caídas más notables se observaron en Portugal (-1,8%), Italia (-0,9%) y España (-0,7%).
Hasta los grandes
Incluso Alemania, el gran tanque europeo, ha retrocedido ante la situación económica imperante.
El PBI alemán en los tres últimos meses del año pasado sufrió una contracción del 0,6 por ciento, superando levemente las estimaciones que auguraban un retroceso de medio punto porcentual con respecto al tercer trimestre, cuando la economía de ese país logró un crecimiento del 0,2 por ciento, según ha informado la Oficina Federal de Estadística Destatis.
Pero no se trata de ninguna alarma para los germanos, que en comparación a las estadísticas del año 2011, la economía de Alemania logró crecer una décima en el cuarto trimestre de 2012, lo que permite a la primera economía europea cerrar 2012 con una expansión del 0,7 por ciento.
Francia, la segunda mayor economía de la eurozona, experimentó un crecimiento nulo con respecto a 2011, cuando había logrado una expansión del 1,7 por ciento, según los datos del Instituto de Estadística de Francia (INSEE).