El vino, protagonista de la transformación del viajero
Especialistas del enoturismo disertaron sobre la importancia del segmento para la industria nacional y el desarrollo de los destinos en el último tiempo.
Durante los últimos 18 meses, el enoturismo ha logrado sembrar en esos pantanosos terrenos que dejó la pandemia. En este período, no sólo ha aumentado la producción de vino, sino que además las bodegas han sabido afianzarse en la actividad y alcanzado una continuidad que le fue esquiva a otros rubros de la industria.
En el marco del Congreso de Agentes de Viajes que se lleva adelante en Tucumán, expertos del segmento realizaron una charla dirigida a profesionales en la que ponderaron la importancia del enoturismo y pusieron el foco en la amplia diversidad con la que cuenta el país. Sergio Sánchez, responsable de la Comisión de Turismo del Vino en Faevyt, expresó: “Consideramos que el enoturismo es una herramienta muy importante para las agencias y un motor muy fuerte de la actividad turística”.
Asimismo, recordó que actualmente Argentina cuenta con más de 300 bodegas distribuidas en 18 provincias e indicó que los agentes de viajes pueden encontrar los datos detallados de las mismas a través de una página web, a fin de facilitar la información al momento de organizar el viaje de un potencial cliente.
Rodrigo Lemos, representante de COVIAR, compartió datos estadísticos de la industria vitivinícola actualizados a 2020, entre los que se destacan que Argentina ocupa el octavo lugar en superficie a nivel mundial, que es el primer exportador de jugo de uva, y que es el octavo país en consumo per cápita, con 21 litros anuales. "Son datos ilustrativos que dan cuenta de que Argentina es extremadamente competitiva en el mercado internacional. Además, cuenta con una característica que no tienen otros países productores y es la diversidad. Hoy el consumidor puede tomar un vino Malbec de Jujuy o de Chubut y va a ser totalmente diferente", expresó.
Finalmente, Romanela Paggi, en representación de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), especificó que existen cuatro tipos de enoturistas: los iniciados, que no tienen un gran conocimiento pero aprovechan en sus viajes para conocer bodegas; los interesados, que tienen conocimientos básicos y su motivación no es la visita en sí, sino la complementariedad con otros atractivos; los entendidos, cuyo motivo principal del viaje es el enoturismo, pero no tienen conocimientos tan profundos; y los amantes, que son expertos y buscan las nuevas tendencias. De esta manera, indicó que el mercado está compuesto, en su mayor medida, por el primer grupo (41%).