Patagonia de ensueño, desde glaciares hasta tulipanes
En este paraíso se puede conocer desde el Perito Moreno, hasta el imponente Volcán Lanín. El trayecto incluye el ejemplar de un Alerce con unos 2620 años y 60 metros de altura, así como disfrutar de playas, lagos, montañas y refrescantes arroyos.
Cada lugar de la Patagonia argentina ofrece infinitas posibilidades para el relax, la recreación y la aventura. Todo ello, en medio de un paisaje majestuoso, repleto de lagos, ríos, montañas y araucarias. Este paraíso está formado por las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Neuquén cuenta con el imponente Volcán Lanín, en el cual se puede hacer cumbre de la mano de guías expertos en las temporadas permitidas. También posee la hermosura del Camino de los Siete Lagos, colmado de bosques, arroyos y un inolvidable cielo azul. Asimismo, sus ríos son reconocidos mundialmente por los amantes de la pesca. Y para quienes amen el avistaje de aves, Neuquén es uno de los lugares favoritos para observar especies típicas de la Patagonia como el Choique, el Pato de los Torrentes, el Pájaro
Carpintero Gigante y el Cóndor Andino. Además, es la única provincia del país donde aparecen el Huet Huet Castaño y la Tenca, endémicos del área natural provincial protegida Lagunas de Epu Lauquen.
Por su parte, la Costa Atlántica de Río Negro, con la llegada del calor se convierte en una de las alternativas predilectas de los viajeros. Este verano, la tranquilidad de las playas y el contacto con la naturaleza, son algunas de las opciones que podrán disfrutar los visitantes durante su estadía.
A las más conocidas, como Las Grutas, Playas Doradas y El Cóndor, que cuentan con una oferta variada de servicios, se le suman otras más tranquilas que poseen una paz inigualable, tales como, Las Conchillas, Punta Perdices, Bahía Creek y todos los balnearios que conforman la Ruta Escénica o Camino de la Costa. La misma ofrece las condiciones ideales para la práctica de deportes como carrovelismo, kitebuggy, windsurf, kitesurf, windskate y surf.
Asimismo, quienes busquen vivir una experiencia diferente, en el Golfo San Matías podrán disfrutar de embarcaciones para avistar fauna marina, como ejemplares de lobos marinos, delfines y pingüinos.
Chubut, ubicada en el corazón de la Patagonia, ofrece montañas, bosques andinos, lagos, meseta, playas y acantilados. Posee 17 áreas naturales protegidas, tres parques nacionales y dos patrimonios mundiales de la humanidad. Entre sus parques destacados, Los Alerces, protege bosques de lahuán o alerce. Entre cascadas y lagos profundos, se encuentra el imponente “Abuelo”, un ejemplar con unos 2620 años y 60 metros de altura. Este Parque fue creado en 1937 y declarado Sitio de Patrimonio Mundial Natural por la Unesco en 2017.
Por otro lado, cada octubre los turistas pueden visitar un increíble campo de tulipanes en la localidad de Trevelin. Son más de 2,3 millones de bulbos que florecen. Esta es una de las excursiones más originales para viajar a la Patagonia durante la primavera.
Bien al sur, llegando al fin del mundo
Santa Cruz posee una extensa costa marítima habitada por una rica fauna autóctona y grandes cañadones. La profundidad de su estepa posee grandes estancias, valles y fósiles petrificados. El Lago Argentino y cientos de glaciares sorprenden con su inmensidad. El gigantesco Perito Moreno produce estruendosos rompimientos que irrumpen el silencio patagónico. Hasta él se puede llegar en paseos por tierra o alternando etapas de navegación.
Esta imponente masa de hielo está rodeada de bosques y montañas. Es un espectáculo único en el mundo. El mismo es uno de los sitios del país más visitados por extranjeros y el turismo argentino, junto con Puerto Madryn (Chubut) y las Cataratas del Iguazú (Misiones).
Por último, Tierra del Fuego se encuentra en el extremo más austral de América, y la ciudad de Ushuaia se encuentra separada del continente por el mítico estrecho de Magallanes. Río Grande al norte y la comuna de Tolhuin completan esta fabuloso paisaje.
Las montañas poseen faldas rocosas, y en los bosques ñires y lengas dejan que el sol los atraviese, creando destellos de luz que acompañan el canto de las aves.
Cruzando los Andes hacia el este, está la quietud de los lagos, colinas y bosques, ideales para disfrutar en los largos atardeceres: mágicos para ser retratados por los apasionados de la fotografía.
Hacia el norte, en la inconmensurable estepa, mientras el viento hace de las suyas, pude verse el ganado entre los campos. A lo lejos, en el mar Atlántico, las grandes olas son el escenario perfecto de gaviotas y pingüinos, que cada temporada esperan la visita de cientos de turistas llenos de ilusiones y ganas de vivir nuevas experiencias.