"Me gustaría terminar mi gestión con las 24 cámaras en la Fedecatur".
Ángel Brisighelli es el flamante presidente de la federación y en conversación con Mensajero nos contó sobre sus planes para la gestión y cuándo va a realizarse el próximo Neoworkshop.
Hace casi dos semanas, Ángel Brisighelli fue elegido para conducir la Federación de Cámaras Turísticas de la Argentina (Fedecatur) hasta 2027. El empresario es el fundador del receptivo Rumbo Sur y está basado en Tierra del Fuego. Con su llegada a la entidad se produce una inevitable renovación luego de la década que lo tuvo a Héctor Viñuales como presidente. En este marco, Mensajero conversó con el dirigente para conocer los planes que tiene para su gestión y también dio su visión de la actualidad del sector.
.¿Ya pudo empezar a trabajar en algunos puntos de su plan de gestión?
- Estoy recién llegando, acomodándome y viendo de qué se trata esto de ser presidente de la Fedecatur. Primero hay un proceso de aprendizaje como para empezar a trabajar y es lo que estamos haciendo en este momento. La idea es, obviamente, empezar a trabajar con cuestiones tradicionales en la Fedecatur, como el Neoworkshop que es muy representativo de nuestro trabajo. También hay otro tema, que quizás es más lento y más difícil, pero muy importante. Buscamos apuntar a la consolidación o constitución de las cámaras y que haya una en cada provincia.
Actualmente, ¿Cuántas faltan conformarse?
- En este momento, tenemos seis provincias que no tienen cámaras de turismo y la intención es trabajar para tratar de que la constituyan y que se unan a la Fedecatur. A su vez, hemos visto en la asamblea, que tuvimos cinco socios que por no tener la documentación institucional al día no pudieron participar. Entonces, nuestro trabajo es acompañar y apoyar a esas cámaras que están en una situación de irregularidad administrativa y que se puedan regularizar. Lo que me gustaría, y soy consciente de que es bastante utópico, es terminar mi gestión con las 24 cámaras en de la Fedecatur.
¿Hay una idea unificada de por qué no tienen una cámara?
- Son cuestiones particulares de cada provincia. Hay una dispersión muy grande entre la tradición, por ser de alguna forma, y el turismo en cada una. Es decir, tenemos provincias donde el turismo es una actividad económica muy importante, como Neuquén; y otras, que son destinos menos conocidos, como Formosa, y ninguna de las dos tiene cámara. Cada provincia es una realidad diferente y hay que hablar con ellos, ver cuáles son sus realidades y cómo ayudarlos. La verdad es que nosotros podemos ayudar, pero la voluntad de concretar la cámara tiene que ser de los empresarios de cada provincia. Lo que podemos hacer es tratar de ser canalizadores, pero mucho más que eso no podemos.
¿La intención es realizar el Neoworkshop este año?
- Se suspendió porque estaba programado para hacerlo en Córdoba y aparecieron unos problemas de agenda con las autoridades de la provincia, que tenían un compromiso en España y no iban a estar para la fecha de la realización. Finalmente, se decidió postergarlo para noviembre. Así que sí, la intención es trabajar en esa fecha. Lo que tenemos que decidir es si lo hacemos en Córdoba o en otro sitio.
¿Cómo están viendo la realidad del sector desde Fedecatur?
- En este momento, la verdad es que las condiciones económicas no nos están ayudando. Ya sea porque la macroeconomía en la Argentina termina transformándonos en un destino caro en dólares para el turismo extranjero, que es la fuente de pasajeros tradicionales de la Argentina, ya sea Europa, Estados Unidos o Asia. Tenemos que acordarnos que siempre estamos compitiendo con el resto de los países del mundo. Es decir, cuando un francés decide su itinerario, se sienta en el escritorio y le ponen delante un proyecto de la Argentina, uno de Tailandia y uno de Sudáfrica y ve que nosotros somos el doble de caros que los otros dos, obviamente que tenemos un problema. Eso es lo que está pasando en este momento.
¿Y en el interno qué es lo que están viendo?
- Exactamente lo contrario, obviamente. Los destinos del exterior, por ejemplo Brasil, que es un aspiracional para los argentinos, está en condiciones económicas muy atractivas y desalienta que el argentino se quede en Argentina. En líneas generales, ese es el problema que estamos teniendo. No es una cuestión, desgraciadamente, específica cultural de nuestro mercado, sino que es consecuencia de una situación macroeconómica que trasciende al turismo.
¿Considera que se puede encontrar una solución a corto plazo?
- Tenemos que exponer esta situación y plantearla al Estado, pero obviamente no creo que vayamos a conseguir, por una sola charla, modificaciones en las condiciones macroeconómicas del tipo de cambio y algo por el estilo. Pero si trabajar en encontrar otro tipo de medidas que nos mejoren las condiciones de competitividad de las empresas y que nos permitan una reducción de los costos, que va a implicar una reducción de la tarifa, para volvernos más atractivos en lo económico respecto de los diferentes mercados, tanto domésticos como internacionales.
¿Hay algún otro objetivo que se planteó para su gestión?
- Me gustaría que cuando lleguemos al fin de mi gestión, haya sido una gestión colegiada, es decir, no quisiera una gestión presidencialista. Es decir, que en el cierre digamos que la federación estaba dirigida por un consejo directivo, por un cuerpo colegiado, y todo el cuerpo colegiado, que cuando vota vale lo mismo, porque el voto del presidente vale uno y el voto del último vocal titular también. O sea, que todos valemos lo mismo en el momento de votar. También que seamos iguales al momento de trabajar, presentar problemas y de procurar soluciones. Me gustaría que podamos decir al final que hemos trabajado todos juntos, aportando cada uno sus ideas, desde sus lugares geográficos, porque nuestra federación representa geografías, no es un solo territorio.