Reed Hastings, cofundador de Netflix, invirtió 100 millones de dólares para convertirse en propietario mayoritario del Powder Mountain Resort, ubicado en Utah, Estados Unidos, uno de los mayores centros de esquí de Norteamérica.

De esta manera, meses atrás, Hastings había adquirido una pequeña acción de la estación, sin embargo, decidió comprar su totalidad para establecer un proceso de revitalización en el Powder Mountain Resort, y generar mayor acceso de visitantes locales.

El nuevo propietario intentará ofrecer más exclusividad, por lo que planea la implementación de forfaits (abono) para aerosillas nocturnas a 19 dólares por persona. Así, Hastings responde a la tendencia de otros centros cercanos de atraer la llegada de turistas de otras ciudades y pone un límite de ingreso de 3000 visitantes diarios.

En este sentido, se buscará modificar la estructura de los edificios de la escuela de esquí y la tienda de deportes, colocar nieve artificial y modernizar los remontes. Además, se creará el Don't Mention It, un espacio para esquiadores profesionales, donde habrá personal capacitado de acompañamiento, y se construirá una nueva pista, con raquetas y motos de nieve.

Kevin Mitchell, el gerente general de Powder Mountain, enfatizó sobre la llegada de Reed Hastings al nuevo puesto y aseguró que el cambio de propietario será beneficioso para la comunidad local.

Powder Mountain.

LA HISTORIA DE LA ESTACIÓN POWDER MOUNTAIN

El centro de esquí fue fundado en 1972 por Alvin Cobabe, luego de que su padre adquiera los terrenos para criar ovejas. De esta manera, la estación fue creciendo paulatinamente, incrementando simultáneamente la llegada de visitantes por temporada.

En 2013, Summit Group compró Powder Mountain por 40 millones junto con el inversor Greg Mauro, y le brindó a la estación un enfoque tecnológico, posicionándolo como innovador para el turismo norteamericano.

Sin embargo, la estación sufrió el impacto de la falta de nieve artificial y la antigüedad de remontes, por lo que Powder Mountain se convirtió en un centro inseguro para los esquiadores. Por este motivo, la comunidad local espera ansiosa el nuevo plan de Reed Hastings.