Chiclayo, la joya escondida del norte peruano que conquistó al Papa León XIV

Prevost, de madre ecuatoriana, nació en Chicago y se ordenó como sacerdote en 1982. Tres años después fue a Chulucanas, Piura, el primero de sus destinos en el Perú, como parte de una misión agustiniana en 1985. Luego regresó al país andino en 1988 para dirigir el seminario agustiniano de Trujillo durante diez años.

En 2014, el papa Francisco lo puso al frente de la Diócesis de Chiclayo, siendo designado como obispo de esta ciudad un año después. Tal es su cariño con ese país, que quien hoy ya es el Papa León XIV lo nombró en su primer discurso como sumo pontífice: "Y si me permiten también una palabra, un saludo... a todos aquellos, en modo particular, a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú", 

Ubicada en la costa norte del Perú, la ciudad de Chiclayo se posiciona como un destino imperdible para los viajeros que desean adentrarse en una experiencia cargada de historia precolombina, naturaleza virgen, cultura viva y una de las mejores gastronomías del país andino. Recientemente mencionada por el Papa León XIV en su discurso como ejemplo de espiritualidad y tradición, esta ciudad llama cada vez más la atención de turistas de toda América Latina.

Cómo llegar a Chiclayo desde Argentina

Para quienes parten desde Buenos Aires u otras ciudades argentinas, la opción más directa es volar hacia Lima, la capital de Perú. Desde allí, Chiclayo se encuentra a solo 1 hora y 20 minutos en avión o bien a 12 horas en bus, ideal para quienes desean hacer un recorrido más económico o con paradas intermedias.

Diversas aerolíneas operan vuelos diarios entre Lima y Chiclayo, entre ellas LATAM, Sky Airline y JetSmart Perú. Desde Argentina, conviene buscar vuelos con escala en Lima y conexión hacia el Aeropuerto Internacional Capitán FAP José A. Quiñones González, ubicado a solo 10 minutos del centro chiclayano.

Historia viva: los tesoros arqueológicos de Chiclayo

Chiclayo forma parte de la región Lambayeque, un territorio que fue cuna de importantes civilizaciones prehispánicas. Entre sus principales atractivos arqueológicos se destacan:

Considerados entre los hallazgos más significativos de América Latina, estos sitios arqueológicos permiten conocer en profundidad las culturas Moche y Lambayeque. Los museos Tumbas Reales de Sipán y Nacional de Sicán ofrecen una mirada impactante al pasado ancestral del Perú.

Un extenso sitio arqueológico con pirámides de adobe que revela el esplendor arquitectónico de las culturas originarias del norte peruano. Ideal para quienes disfrutan del turismo cultural y el contacto con la historia viva.

Chiclayo no solo es historia, también es un paraíso natural para los amantes del ecoturismo:

Bosque de Pómac

Un área de conservación con cientos de especies de flora y fauna, perfecta para caminatas, ciclismo de montaña y avistamiento de aves.

Reserva Ecológica de Chaparrí

A menos de dos horas de la ciudad, este santuario natural es hábitat del famoso oso de anteojos, además de otras especies en peligro. Es uno de los mejores ejemplos de turismo sostenible del norte peruano.

Balneario de Pimentel

Con el muelle más largo del Perú y playas ideales para surfistas y fotógrafos de atardeceres, Pimentel es el rincón costero más visitado por quienes buscan relax y buena gastronomía marina.

Gastronomía chiclayana: un festín para el paladar

La cocina del norte peruano es reconocida en todo el país por su intensidad de sabores y la fusión de culturas. En Chiclayo, algunos platos imperdibles incluyen:

• Arroz con pato: tradicional y sabroso, cocinado con cerveza negra y culantro.
• Seco de cabrito: carne tierna marinada y guisada lentamente.
• Tortilla de raya y ceviche con tortita de choclo: sabores marinos inconfundibles.
• King Kong: un alfajor gigante relleno de dulce de leche, manjar blanco y frutas, perfecto para llevar como recuerdo dulce del viaje.

 Fe y arquitectura: entre iglesias y peregrinaciones

Uno de los íconos religiosos más importantes de la ciudad es la Catedral de Chiclayo, también conocida como Santa María Catedral, una joya neoclásica frente a la plaza principal. En sus columnas y vitrales se respira la historia de una ciudad profundamente devota.

La Cruz de Motupe

A solo una hora de viaje, esta peregrinación al cerro Chalpón es una de las manifestaciones de fe más importantes del Perú. Cada año, miles de fieles caminan hasta este símbolo espiritual del norte.

Tips para viajar a Chiclayo desde Argentina

• Clima: Cálido todo el año, ideal para visitar en cualquier temporada. Llevar ropa liviana, protector solar y sombrero.
• Moneda: Nuevo Sol (PEN). Se recomienda cambiar en Lima o usar tarjetas internacionales.
• Transporte local: Económico y accesible. Existen aplicaciones como InDriver o Beat.
• Duración ideal: Entre 3 y 5 días para recorrer cómodamente la ciudad y sus alrededores.

Chiclayo es mucho más que una ciudad del norte peruano: es una experiencia que combina cultura milenaria, espiritualidad, naturaleza exuberante y sabores inolvidables. Para los viajeros argentinos que buscan nuevos horizontes en Latinoamérica, esta ciudad se convierte en una opción auténtica, cercana y profundamente enriquecedora.