¿Cuál es el balance del sector en este primer semestre?
Creemos que el año pasado el mercado estaba mejor, en el sentido de que estaba más apto para comprar.  Había una devaluación que se preveía antes de fin de año, lo que hizo que de alguna manera la gente hiciera sus reservas con anticipación pensando en este año. En el 2016, nos encontramos, a nivel general, en panoramas distintos. La demanda cayó muchísimo. Sin embargo, en lo que refiere a salidas en el próximo verano, estamos en niveles iguales a los del año pasado, por lo que el balance, dentro del contexto de la realidad actual, es positivo. 

¿Los afectó la recesión de Brasil? 
No, en todo caso afectó, quizás un poco más a la oficina que tenemos en ese país. El panorama para el turismo en Brasil era muy negativo, sobre todo a principio de año cuando se preveía la incorporación de esta tasa altísima que se iba a pagar para todas las remesas del exterior, eso por suerte en su momento quedó standby, se hizo una revisión y hoy por hoy no afecta, al negocio. Hay una recesión en Brasil y eso hace que, seguramente en la curva de venta, la demanda se concentre en el último cuarto. De todos modos, la perspectiva para la compañía, y hablando específicamente de la oficina de Brasil, es positiva.

¿Qué perspectivas tienen para lo que queda del año?
Sabemos que en los últimos dos o tres años, a diferencia de lo que pasaba antes, tuvimos mayor concentración de la demanda en el último periodo de la curva de ventas. Estamos hablando de septiembre, octubre y  noviembre. Nosotros creemos que el comportamiento va a estar más o menos en línea con eso; la gente se prepara para sus vacaciones  pero hace las reservas más a último momento porque el mercado cambió y ya no se realizan reservas con muchos meses de anticipación. 

Se firmaron dos acuerdos para favorecer la industria de cruceros en el país, ¿qué opinas de los mismos?
A nosotros lamentablemente esos acuerdos que se realizaron, no nos favorece como compañías de cruceros. No nos favorece y no nos deja de desfavorecer en el sentido de que el mayor volumen de nuestra oferta son cruceros a Brasil y esto es algo que beneficia a las  compañías que realizan cruceros de cabotaje. 

¿Qué clases de políticas se deberían tomar para favorecerlos?
Nosotros, y esto hay que decirlo, vimos, en una primera instancia, una muy buena intención de diálogo por parte del Gobierno en general, porque nos convocaron a una reunión en la CAT hace un par de meses, junto al Ministerio de Transporte y el MINTUR, para tratar de analizar cuál es la realidad del sector. Fue un diálogo muy abierto, se decidió hacer un plan en primer lugar para realizar un diagnóstico y en los próximos 90 días se hará un análisis del sector y a partir de ahí se tratará de entender qué posibilidades hay de poder mejorar el negocio o crear un ámbito más propicio para los negocios en la Argentina. También se habló de la reducción de costo porque tanto el Puerto de Buenos Aires como el de Brasil, son los más caros del mundo. 
La cuestión de los costos portuarios es un tema a analizar y a resolver si realmente hay un deseo y una convicción de desarrollar la industria de los cruceros en nuestro país. 
Otro punto  importante  es tratar de buscar el compromiso de poder generar un plan estratégico de acá a cinco años, para armar un plan que sea realmente sustentable, porque entendemos que a las compañías de cruceros, dentro de la planificación que se hace para el negocio, si tienen un precio competitivo, o un costo para el año próximo pero que se puede llegar a encarecer de acá a dos años, no les sirve.