En Argentina, la idea de salir a comer cambió de paradigma. Anteriormente, el contexto permitía que haya un público masivo mucho más presente consumiendo en confiterías, bares y restaurantes. Sin embargo, el escenario actual es diferente. Con un turismo receptivo mucho más débil y con una consumo cada vez más bajo por parte de los argentinos, el sector gastronómico continúa saliendo lastimado y genera una preocupación más aguda que otras veces.

Son varios los factores que vienen alterando la industria gastronómica en Argentina. Además de lo mencionado, el valor del costo de lo que le sale a un consumidor disfrutar de una cena también es otro de los motivos por el cual se ha presentado un 20 % menos el consumo en estos lugares desde marzo, según datos que presentó Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés en la Ciudad de Buenos Aires (Ahrcc).

Para eso, Carlos Yanelli, vicepresidente segundo de la entidad y presidente de la Cámara de Restaurantes, conversó con Mensajero y analizó el panorama que atraviesa el sector gastronómico. Los porcentuales de disminución no son similares en una zona que la otra. Por ejemplo, la zona de Puerto Madero, que es muy importante para nosotros, ha sufrido una baja clave en el consumo y eso alteró los números”, subrayó. 

 Carlos Yanelli junto a Daniel Prieto, presidente de la AHRCC.
Carlos Yanelli junto a Daniel Prieto, presidente de la AHRCC.

Incluso, el vicepresidente segundo de la asociación también dejó sobre la mesa un nuevo paradigma que se viene instalando entre los consumidores. “Hay un factor que cambió drásticamente. El público en general ha cambiado el sistema de salir a almorzar o cenar. No se hace con la misma frecuencia que se hacía hace unos años. Incluso, también se ha modificado los días de salidas”, comentó.

“Antes, se observaba que una familia o un matrimonio salía a comer entre tres y cuatro veces al mes. Hoy, esa rutina se cambió y solamente salen en días especiales. Entonces, hemos notado que ha mermado la afluencia de personas en distintos establecimientos gastronómicos", comentó Yanelli, quien, a su vez, dejó en claro que la baja del salario real y el nivel fluctuante del dólar también influyó. 

No obstante, y en consecuencia de este nivel bajo, también aclaro que el rubro de pizzerías, confiterías y bodegones fue uno de los que más creció. “A pesar del panorama, hemos notado que lugares de pizzerías y bodegones tomaron mayor impulso en la demanda, mientras que el surgimiento de nuevas confiterías también han crecido”, subrayó. Eso sí, alertó que la solución al bajo consumo se estirará durante todo este año. 

 Puerto Madero, una de las zonas más influyentes para el sector gastronómico en Ciudad de Buenos Aires.
Puerto Madero, una de las zonas más influyentes para el sector gastronómico en Ciudad de Buenos Aires.

El bajo consumo también repercute en el interior del país

Lo que está viviendo el sector gastronómico no solamente siente en la capital argentina, sino que en otra partes del país, el golpe también repercute. Para eso, Mensajero conversó con diferentes autoridades del rubro en distintos puntos de Argentina y le dejaron su panorama con respecto a la situación que está atravesando la parte empresarial. 

José Luis Recchia, presidente de la filial Ushuaia de Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), expresó que esta situación ha generado un cambio en el pensamiento del consumidor. “El consumo, en cierto modo, bajó en los restaurantes más emblemáticos. Sin embargo, notamos que el consumo también ha decrecido en el gasto del consumidor", subrayó.

“Antes, el consumidor podría preferir elegir comerse una centolla, que es un plato de alto costo. Ahora, notamos que el público está eligiendo lugares más accesibles. Estamos notando una restricción del bolsillo, en general, del consumidor. Por ahí, no en la cantidad de tickets a lo mejor, pero sí en el consumo, donde está un poco más medida la cuestión”, afirmó el presidente de la filial de la federación en el destino. 

 Ushuaia también sufre el bajo consumo.
Ushuaia también sufre el bajo consumo.

A diferencia de lo que pase con otros lugares del país, el presidente de la filial afirmó que no se ve un cierre de locales de manera abultada. No obstante, destacó la incertidumbre con lo que se vive. “No se están cerrando en esa cantidad de restaurantes. Sí, aisladamente alguno que otro está cerrando y algún otro se está manteniendo también. Estamos expectantes, viendo a ver qué es lo que pasa y esperando la temporada que comienza ahora a fin de mes”, sumó. 

No obstante, Recchia apuntó al momento de la temporada baja como una de las consecuencias de este poco consumo. “Como no hay tanto turista, entonces la mayor cantidad de gente que está en los restaurantes en la ciudad es el residente. Además, se ha notado un turismo mucho más económico. Y ante eso, también genera que nuestros restaurantes más lujosos sientan esa baja de consumo en este tiempo", expresó. 

Pensando en los próximos meses, Recchia también afirmó que el panorama a futuro será con incertidumbre. “No siento que la gente va a dejar de sentarse en un restaurante, pero sí le va a poner mucho más énfasis al precio. Entiendo que, por un año más, creo que este chip va a ser un común denominador. Yo soy optimista y creo que vamos a trabajar para que no se vea afectado”.

El cuyo también se siente golpeado por la situación

Mendoza es otro de los destinos que también se siente afectada por este panorama. En sintonía con el momento que viene atravesando con relación al sector, la parte gastronómica mostró niveles complejos en cuanto al consumo. Luan Fernández Romani, de la comisión directiva de la Asociación Empresaria Hotelero, Gastronómica y Afines de Mendoza, conversó con Mensajero y dejó en claro el paradero por el que atraviesa la provincia.

“Es un combo complejo de manejar para la provincia. Primero, porque al bajar la demanda, la oferta también se pone compleja de sostener, al contrario de los costos que incrementaron en estos meses. Entonces, nos encontramos con un turista al que todavía no se acostumbra 100% al cambio tarifario de nuestra provincia. Antes, con 50 USD podía darse el lujo de comer bien y ahora, tiene que invertir mucho más”, comentó.

 Luan Fernández Romani, de la comisión directiva de la AEHGA de Mendoza.
Luan Fernández Romani, de la comisión directiva de la AEHGA de Mendoza.

Por otra parte, Fernández Romani remarcó que la cantidad de ticket también ha presentado modificaciones y aclaró sobre el cambio de pensamiento en el comensal. “La gente empezó a buscar por precio y ante las demandas, que es el gastar menos, se empieza a perder lo importante. Entonces, restaurantes que están en el medio del mercado y que apuntan a la experiencia de usuario, son los que más pagan los platos rotos”, subrayó. 

En cuanto a los factores, Fernández Romani también se sumó a lo dicho por Recchia y agregó la situación actual que atraviesan dos mercados claves para el destino. “Chile y Brasil devalaron. Entonces, tenés dos públicos consumidores que su moneda también vale menos. Con esto, no solo se encuentran con que Argentina es más costoso en dólares, sino que también en sus países su moneda se retrae y tampoco tienen la capacidad de salir a consumir”, expresó.

La costa suma un problema más al desarrollo turístico

Por su parte, Mar del Plata es otro de los destinos que también lo ve afectado esta baja en el consumo. Sumado a los diferentes problemas que atraviesa en cuanto a la competitividad con el exterior y una temporada con altibajos, el sector se suma a esta ola de complejidades. Hernán Szkrohal, vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata, fue otro de los que se sumó a la conversación y analizó este problema.

“Desde noviembre a enero, desde este año, veníamos como en un estancamiento, con una leve recuperación. No obstante, en febrero vimos una caída por una cuestión turística, mientras que desde marzo a mayo, la situación se acentuó y quedó muy expuesta a la ciudad en función de la oferta. Incluso, estamos notando un comportamiento muy similar a la de la pandemia en temas de horarios”, subrayó. 

 El bajo consumo en restaurantes en Mar del Plata es otro de los factores que preocupa al sector.
El bajo consumo en restaurantes en Mar del Plata es otro de los factores que preocupa al sector.

Y siguió: “Son muchos los factores que hacen tener esta situación. Por un lado, la gente elige irse afuera. Después, la permanencia del salario real, en donde a pesar del 1% que tanto se habla, viene atrasado si se compara con los valores que tiene los alquileres y servicios a pagar, lo cual también recae en el consumo. Y por otro, es el tema de la oferta. Los fines de semana largo para la ciudad, después de la pandemia, habían sido una marca registrada y hoy eso ha caído notablemente” explicó.

Sin embargo, y con tono de aliciente, el vicepresidente de la  Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica, afirmó que, pese a que se han notado el cierre de locales, también han visto nuevos locales. “Vimos algunas persianas cerradas. Sin embargo, también notamos aperturas. Y eso es positivo para la industria. Veremos como se desenvuelve en los próximos meses”, cerró Szkrohal.