Un empresario con un perfil muy particular, demuestra que es posible ser exitoso en los negocios buscando aportar valor agregado a sus circuitos para que el turismo sea un instrumento de comprensión y defensa de la diversidad humana.

¿Quién es Luis García, y cómo fue la génesis de Europamundo?
¡Qué difícil! mi carrera profesional nació en Madrid, tengo pasión viajera desde que nací, y a los 10, 11 años pillaba la bicicleta vieja de mi abuelo y me marchaba a 30, 40 kilómetros, siempre con la necesidad de buscar, de saber lo que se ocultaba detrás de la siguiente colina. La necesidad de ver más allá. Y ya de adulto comencé a montar viajes en una empresa para jóvenes, que resultó ser la mayor de su tipo que existió en España, Viajes Mundo Joven, donde proponía viajes muy bonitos, desde el Tibet hasta Katmandú por carretera, por ejemplo. Pero la vida da muchas vueltas, y cuando España en el año 93, 94 descubre crisis económicas y devaluaciones sentí que el producto de viajes para jóvenes tenía un futuro un poco limitado, y empecé a buscar caminos en América Latina. Entonces abrí la empresa Europamundo en 1997, y desde entonces voy caminando y creando una empresa de viajes de circuitos que sea linda, que valga la pena.

¿Cómo es hoy tener una empresa que maneja hasta 100 mil pasajeros por año?
A veces es más fácil manejar cien mil que mil, porque, una de dos, o te aplasta el volumen o te ocupas de realizarlo bien. Y con la tecnología, con los sistemas, con investigación, con el desarrollo de medios, al final es una fábrica de churros… con perdón.... Yo no diría que tenga más dificultad en la gestión de los 110 mil que en la gestión de los 20 mil, la empresa se ha preparado para ello. Creo que son muchos clientes para muchos lugares. Los viajes son como los matrimonios, jamás creas tener todo controlado, existen dificultades pero al final casi todo entra dentro de una metodología, y cada problema que surge te permite crear una solución que vale para los demás.

¿Cuál es el secreto para haber crecido de esta manera?
Yo creo que cada época tiene unos porqués, hay algo fundamental, abrir camino, tener tus propias ideas, creer en ellas y desarrollarlas. Hay otras cosas fundamentales, ver cuáles son las percepciones negativas del mercado, qué es lo que falla del mercado, que es lo que falla de otros, o de uno mismo. Los errores para el ser humano son fundamentales, tenemos obligación de equivocarnos, porque solamente el equivocarnos nos da la capacidad de la reflexión y con ella la superación. Por yo creo que Europamundo siempre es un manantial de ideas nuevas para aportar soluciones a los problemas. Al principio buscamos una empresa que sea novedosa en inclusión de muchas actividades, fue novedosa en una flexibilidad que no se conocía, en poder comenzar cuando uno quería. Empezamos con un folleto de 12 páginas en un mercado saturado pero ofreciendo cosas distintas. Al principio nadie te conoce, no existe nombre, no existe prestigio, el mercado está saturado ¿qué tenemos qué dar? un buen precio que es un factor importante, buena calidad e ideas, ideas, novedades, que escuchen lo que no escucharon, que sientan que hacen lo que no pueden hacer por otras vías. Al inicio pusimos un producto muy novedoso, un concepto de flexibilidad que no estaba en el mercado de circuitos, una vez que fuimos creciendo había que ir evolucionando e incorporamos el concepto de calidad, que va más allá de los hoteles, que va también en los mecanismos de control para saber qué es lo que falla, va en la calidad de las elecciones de las rutas, en la formación de todo el equipo, de los guías y de los agentes de viajes a través de información brindada, por ejemplo, con internet. Yo creo que hubo una fase de nacer, con ideas, con flexibilidad, con creencias; le siguió una fase de crecer, en confiabilidad y calidad y ahora que estamos arriba hay que mantenerse con ideas nuevas, con conceptos nuevos de turismo.

Haces referencia a ideas nuevas, a creatividad ¿cómo y de dónde surgen esas ideas?
Todo ser humano es un poco un Dios, porque Dios es creador, y todos los seres humanos tienen capacidad para crear. Otra cosa es desarrollarla. La creación casi nunca es propia, casi siempre son pequeños conceptos, como gotitas lluvia que nos van cayendo sin darnos cuenta y que forman de repente un charco. Para mí algo fundamental es escuchar, siempre me gusta preguntar a los operadores qué opinan, qué consideran sobre tal o cual circuito. Por eso digo que aprecio la lluvia de ideas, la mayoría parece que no te aporta nada, pero a veces aportan mucho y no te das cuenta porqué te surge un concepto, pero es porque lo escuchaste en algún momento. Por lo tanto creo que es fundamental saber escuchar, a los clientes, a los guías, a los agentes de viajes, a las personas. Y claro que hay que saber sacar ideas, hay siempre camino para avanzar.
¿Qué es el turismo para ti?
Hay muchos tipos de viajes. El turismo no es sostenible a largo plazo, no creo que dentro de 50 años las tres cuartas partes de la humanidad puedan estar tomando aviones, yendo de un lado a otro, no cabe. El turismo tiene muchos conceptos, hay personas que lo consideran un desplazamiento, pero una cosa es desplazarse para descansar en un lugar distinto, te tomas un avión, te vas a República Dominicana, te pasas unos días de relax y es turismo, pero en realidad no es turismo, es desplazamiento para descansar. O sí es turismo, pero no es viajar. Siempre hay que separar lo que pueda ser el desplazamiento de lo que es viajar. Viajar es conocer, es aprender, es estar dispuesto a abrir la mente, dejarte sorprender, es buscar más allá. Viajar es ir no es llegar, cuando llegas, dejas de viajar. Viajar no es el destino, es el camino. El que viaja mucho conoce otras culturas, abre su mente al tratar de entender otras formas de ver la vida. A través del turismo existen mentes mucho más dispuestas a la tolerancia, que buscan más la paz, que saben la importancia de que el patrimonio mundial sea tan diverso, que saben lo fundamental que es conservar la diversidad humana como inmensas fuentes de cultura. Claro que por dentro tienes una sensación de desasosiego y tristeza cuando ves cuántas culturas que pueden aportar tantísimo, van siendo ignoradas, aplastadas, hundidas, desaparecidas. Claro que a través del turismo se puede conseguir mucho. Es evidente que los clientes cuando viajan van por vacaciones, pero dentro de un circuito, se pueden poner elementos para una mayor convivencia con otras culturas, para un mayor conocimiento de esas culturas, para una mayor integración. Y puedes dar pautas a los guías, a los trabajadores, una especie de código ético, en el respeto absoluto a cualquier cultura, de tratar de conocer las culturas minoritarias, de buscar los valores diferentes, hay mucho camino.

¿Cómo es el viajero argentino?
El argentino es curioso, por estadísticas es uno de los pasajeros que más viaja, es gente muy viajada, tiene mucho interés en conocer, pero a su vez hay un pequeño problema en Argentina tenemos la edad media más elevada de todo América Latina. Al joven argentino le gusta viajar por su cuenta, pero creo que hay que romper conceptos y ha existido tal vez demasiada sensación de que el circuito en autocar es para otros, es para personas de edad y voy a ver más por mi cuenta, voy a tener más libertad. Más libertad sí, ver más no. Si el circuito está bien organizado sería un fracaso gigantesco si viajando de la mano de profesionales ves menos que por tu cuenta. Yo creo que el joven sigue teniendo un concepto negativo sobre los circuitos, pero creo que puede ser una herencia que viene de los años 90s, cuando aún viajar por Europa en avión era muy caro, y quedaban dos opciones, gastar mucho en aéreos internos o viajabas en circuito. El circuito se concebía para ir a las principales ciudades, las más demandadas, con grandes tramos de autobus. Y esta idea se ha quedado demasiado presente en los mercados más antiguos, y menos presente en mercados más recientes.
Argentina no es fácil de moldearla. Pero ¿cómo no va a ser atractivo para personas de 30 o 40 años que quieran conocer el mundo, analizar lo que van a ver en nuestros circuitos que por su cuenta no van a ver más? Que tendrán que madrugar, que tenemos horarios establecidos, eso es verdad, pero a cambio nuestra obligación es hacerte penetrar a fondo en la cultura y en el país que estés visitando. Por lo tanto las molestias que son por lado se compensan por otro.

¿Cómo se selecciona a los operadores que van a comercializar tus productos?
Yo creo que hay que ser coherentes, con quienes somos y con nuestra historia. En Argentina tenemos los mismos cuatro operadores desde hace muchos años, no cambiamos nuestra base. Tratamos de que ellos entiendan nuestros conceptos, de hecho una vez por año venimos a todos nuestros operadores de América Latina, lo hacemos desde hace 15 años, donde se exponen los nuevos proyectos, se discute, se dice el por qué, se les escucha, se trata de ver que nos echan la bronca por las cosas que ellos creen que se debería mejora o cambiar, me enfado y digo que no, pero luego lo pienso. Es decir, hacemos un debate abierto, durante tres días para integrar ese tipo de conflictos. Además les hacemos viajar, conocer, entender nuestro concepto de rutas. Este último  año fue en Croacia, entramos en Bosnia, tomamos unos barquitos para ir a la Isla de Korcula y esas cosas que metemos en los circuitos. Claro que se hacen copartícipes, cada cual tiene su idiosincrasia, tiene su parecer, unos lo entenderán más, otros menos, unos estarán de acuerdo y otros no están de acuerdo. En la diversidad está la diferencia y está el crecimiento, ¿no? Pero por supuesto nuestra meta, nuestra función es buscar mecanismos para escuchar al consumidor final, a los agentes y a los operadores que muchas veces son como transmisores de los agentes.

Tienes, como mencionabas recién a cuatro operadores, ¿la idea no es tener 20 en un país sino mantener esa fidelidad?
Tenemos que preguntarnos ¿qué es lo que buscamos? Pues estar ligado al consumidor final, estar en las agencias de viajes. Yo quiero estar en la mayoría de las agencias de viajes de Argentina o en todas, ¿voy a llegar a más agencias por redistribuir el producto entre más operadores? probablemente no. Ya estamos acá en cuatro operadores, esos operadores nos permiten una presencia en un porcentaje muy alto de la agencias de Argentina, para que meter a alguien más. A pesar de todo el tener pocos operadores tiene algunas ventajas: la formación del equipo, el que sientan el producto como propio, tiene mucho que ver en la prioridad en la venta. Actualmente en el mercado argentino estamos extremadamente bien, estamos muy bien posicionados, es muy extraño que un agente de viajes no tenga nuestro catálogo en su estantería. Bajo ese punto de vista para qué queremos generar entre más competencia, no tiene sentido.

¿Con qué mercado operan?
Trabajamos exclusivamente con América Latina, y en Estados Unidos, lo hacemos pero con el mercado hispano. Nuestro porcentaje de clientes que no son procedentes de América Latina, debe estar en torno al 2.5%. Ni siquiera vendemos en España, o lo que vendemos es mínimo. Tenemos todo un continente, ¡es demasiado trabajo! Las necesidades no son las mismas, porque cuando un español mira a Europa ve un destino a corta distancia; son conceptos distintos.

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