¿Cuáles son las diferencias más importantes desde tu anterior gestión en Turismo (durante el gobierno de Cobos) y ahora?
El contraste más grande es que actualmente hay un vértigo en la gestión que es difícil de manejar, hasta de organizar una agenda. Mendoza es una provincia con una numerosa cantidad de medios periodísticos y el turismo es un tema importante para la sociedad mendocina que requiere todo el tiempo información, además tiene un empresariado turístico muy maduro, con mucha experiencia. Hay instituciones con muchos años de trayectoria como AEHGA que tiene 80 años, la Cámara de Turismo tiene más de 30. Nuestros empresarios fueron pioneros en generar FEDECATUR y en conformar la CAT. En Mendoza hay un sector privado con peso específico con los cuales se tiene unas mesas de diálogo importantes, con demandas muy puntuales y como nos conocemos hace tanto tiempo no hay un espacio para grises, vamos directamente al punto. Eso nos hace ganar tiempo a todos. 
Yo concibo la gestión pública en turismo con la actividad privada, por lo cual me reuní con todas las instituciones provinciales y municipales a mediados de enero cuando empezaba a pintar complicada la temporada veraniega en todo el país para ver cómo evolucionaba Mendoza.

A partir de esas reuniones, ¿cuál fue el diagnóstico? 
Que en los últimos ocho años no hubo fiscalización, ni control de los servicios turísticos prácticamente, a pesar de que había herramientas. En mi anterior gestión dejé una Resolución de Alojamientos Turísticos actualizada, que incorporaba todas las nuevas tipologías de alojamiento, que establecía un comité de alojamiento para poder categorizar y recategorizar establecimientos. 

Mariana Juri trabajó mucho con eso…
Mariana era Ministra, cuando yo era la Subsecretaria, y el trabajo lo hicimos con el propio equipo de la Subsecretaría de Turismo, sin asesores, ni consultorías. Cuando terminamos el borrador se lo dimos a las instituciones del sector privado que analizaron toda la legislación y todo el articulado. Fue un trabajo muy serio. 

Mendoza fue la primera en legislar el alojamiento informal, ¿no?
Exacto. Hicimos dos Resoluciones, la 568 que era de Alojamientos Turísticos, y la 569 de Propiedades de Alquiler Temporario. Las hicimos separadas para que no se confundieran una con otra y le dimos la posibilidad a quienes tenían propiedades de alquiler temporario, que se enmarca dentro de la Ley de Locaciones Urbanas Nacional, a poder inscribirse como prestadores de turismo. Luego una legisladora tomó la base y la convirtió en Ley. 
También trabajamos y dictamos una Ley de Transporte turístico. Incorporamos la posibilidad de los autos turísticos, de los vehículos 4x4 que no estaban previstos, elevamos los estándares técnicos y de calidad de las unidades de transporte; dejamos también regulado el Turismo Rural y dejamos un proyecto en camino, que luego lo siguió la gestión siguiente, para regular las Bodegas con apertura turística. Se trabajó mucho en legislación en mi época y eran todos instrumentos que venían a facilitar la tarea de la fiscalización y el control, que es algo que no se hizo en los últimos ocho años. 
Estamos con el ojo puesto en ese tema con una Dirección de Calidad y Servicio Turístico. Estamos fiscalizando los establecimientos que no están legalmente habilitados.

¿Cómo hacen ese control? Porque muchos se escudan en que es casi imposible hacerlo. 
A veces no hay forma, porque parecen propiedades privadas y vos no podrías ingresar, pero cuando encontrás que ellos se publicitan, ya sea a través de la web o por un folleto, o hay alguna denuncia por el servicio, esas son todas herramientas que nos permiten detectarlos. 
Desde un principio el Gobernador nos pidió que articuláramos las fiscalizaciones con otros organismos de control, entonces lo estamos haciendo con la ATM, la Agencia Tributaria Mendoza; con Defensa del Consumidor y con la Dirección de Transporte. Eso con dos objetivos: primero maximizar el uso de los recursos humanos del Estado, en segundo lugar que el empresario fiscalizado no tenga que perder el tiempo con distintos funcionarios que lo van a  fiscalizar en distintos momentos. 
Con los que no están inscriptos vamos con la ATM que es el organismo que tiene más herramientas para esto. Tenemos dos criterios: el que en algún momento fue notificado que tenía que inscribirse y no lo hizo, ahí vamos con más dureza y multas fuertes; al que no se ha inscripto y nunca fue visitado por un funcionario de Turismo, le estamos notificando cuál es el procedimiento, lo asesoramos y le ofrecemos colaboración con la Incubadora de Empresas para facilitarles el proceso de regulación. 
Esto es algo con lo que trabajamos fuertemente porque el Gobierno de la Provincia fue recibido con un gran déficit económico, lo que podemos hacer es gestionar con los recursos humanos que tenemos. Mendoza requiere fundamentalmente trabajo en esa área. Tengo que decir que la gestión anterior trabajó muy bien en promoción turística, se participó en muchos eventos nacionales e internacionales, se tercerizó todo el material de folletería y soporte que es muy bueno por cierto. Se avanzó en un Sistema de Información Turística Integrada de Calidad -SITIC-, que permitiría incluso incorporar, no sólo la información que se facilita en la página web, sino sobre la gestión de expedientes, fiscalización y trámites de los prestadores; es una muy buena base, pero lo encontramos en un estado embrionario. Ahora nos estamos acomodando a nuestras necesidades. También nos encontramos con algunas dificultades de mantenimiento en el Centro de Congresos de la Ciudad de Mendoza y el de San Rafael.  

O sea que te encontraste con un gran agujero. 
Con una deuda declarada de 10 millones de pesos a acreedores privados, más un monto similar de coparticipación de fondos de promoción turística en los municipios. De todos modos Turismo fue el Ministerio que tenía menos deudas de toda la provincia.
La verdad es que Javier Espina, y dicho por él mismo en una reunión de transición, desde el mes de julio no ejecutó prácticamente ningún gasto, excepto los básicos de funcionamiento, porque sabía que no había recursos, lo cual me parece muy maduro de su parte.
Ese es el panorama con el que nos encontramos. Nuestro trabajo está puesto en disminuir esa competencia desleal, de mejorar la calidad de los servicios turísticos y la experiencia del turista que es lo más importante porque es nuestro cliente y tenemos que tratar de que vuelva. 

¿Cómo se presentaba en lo previo la temporada de verano y cómo concluirá?
Cuando se visualizaba que ganaba Macri e iba a ver una devaluación, los argentinos con poder adquisitivo decidieron viajar al extranjero y los empresarios turísticos nacionales tuvieron dificultades para poner precios en sus tarifarios. Eso sumado a un contexto en donde Brasil devaluó y Chile, a pesar de tener una economía estable, también devaluó su moneda con respecto al dólar, hizo que la competencia de esos destinos hicieran las cosas muy difíciles, sobre todo para los destinos de sol y playa, pero también para todo el resto de Argentina; de hecho, según nuestras estadísticas oficiales, el año pasado el promedio de ocupación en enero fue del 66.4% y este año cerramos con 60%. Por supuesto que hay un montón de variantes más, como que hemos visto mucho más movimiento de gente que va a casas de parientes y amigos, estancias más cortas, la vuelta al fenómeno de “Mendoza ciudad de paso” con respecto a los turistas que van con destino final a las Costas del Pacífico. Un fenómeno que no veíamos prácticamente desde finales de la década del 90.

Después de 12 años en Mendoza te encontraste con que un segmento fuerte del turismo es el LGBT. ¿Porqué creés que fue eso?
En realidad Mendoza tiene desde hace 20 años la Vendimia Gay. Durante mi anterior gestión la declaramos de Interés Cultural. Es una fiesta distinta a la Fiesta Nacional de la Vendimia, utiliza más el género de la comedia musical, es otro estilo y que no sólo eligen al Rey, sino también a la Reina, que puede ser una mujer gay, bisexual o transexual, y tuvo el apoyo nuestro desde entonces. Mendoza tiene una comunidad significativa que compone el LGBT y tenía, y tiene, muchos espacios exclusivos para ellos. 

Y cada año es más importante…
Mendoza es el segundo destino en Argentina en recibir viajeros LGBT, después de Buenos Aires. Y la verdad que al principio parecía sorprendente, el mendocino, cerrado, conservador, pero la verdad es que hay una actitud absolutamente normal, no hay ningún tipo de prejuicios. Me parece que las políticas nacionales del kirchnerismo con el matrimonio igualitario ayudaron al posicionamiento de Argentina en este segmento. Y Mendoza les da la bienvenida porque es un sector económico muy interesante. Son viajeros de Alta Gama y en ese sentido tenemos mucho para ofrecer, por el enoturismo, el turismo gastronómico, el de golf, el termalismo, el turismo de salud, son productos demandados, y también la vida nocturna, que en Mendoza es muy interesante. Además de este elemento iconográfico, que es la fiesta de la Vendimia Gay.

Marzo es el mes de la mujer por eso te pregunto, ¿cuál es el rol de la mujer y la importancia de la mujer en el sector turístico?
Para empezar, te diría, cuando uno habla del turismo y dice que es un gran generador de empleo, hace referencia a otra particularidad: es uno de los sectores que emplea a más jóvenes y a más mujeres. Creo que el turismo necesita un ejercicio de consenso permanente, y para el consenso la mujer tiene un instinto especial. Tenemos la capacidad de escuchar a todos y de poder mediar entre posiciones antagónicas.
A veces me toca compartir una mesa con representantes de la hotelería, de agencias de viajes, del turismo de aventura, y de distintas zonas de la provincia, que parecería tienen posiciones encontradas, sin embargo cuando terminamos lo hacemos con la satisfacción de haber llegado a un acuerdo. Creo que esa capacidad de escuchar y de consenso es una virtud que, por ahí, es más frecuente en las mujeres. Y creo que cuando se trata de puertas hacia adentro la relación con el recurso humano con el que a uno le toca trabajar porque cuando uno llega al Estado se encuentra con un equipo que está allí desde hace años, sin lugar a dudas, el hecho de que las mujeres venimos preparadas para ser madres, (aunque no todas lo materialicen), y esa cosas de la intuición y de comprender de que atrás de cada empleado hay un ser humano, hace posible que uno pueda armonizar el equipo de trabajo. 
En estos pocos meses desde que asumí la presidencia del Ente he logrado que todos los empleados de turismo de la provincia de Mendoza estén trabajando con el mismo entusiasmo que el equipo que entró recién. Y eso parece un detalle menor, pero cuando se piensa en términos de gastos para el Estado, significa que yo no estoy contratando consultoras, no estoy tercerizando nada, estoy haciendo todo con nuestros empleados y eso me parece una ventaja que le suma el hecho de ser mujer. 
Soy la única mujer del gabinete del gobernador Cornejo, porque Alfredo se autoimpuso muchas misiones. Él redujo el 40 por ciento de los cargos políticos y manifestó que necesitaba empezar su gestión de gobierno con personas con experiencia, especialistas en el tema, para enderezar el barco rápidamente. Entonces él, usando sus propios términos, me dijo: “Bueno, yo con vos, Gabriela, acorto camino”, porque tengo experiencia en el ámbito, conozco el sector, así que tengo el orgullo de ser la única mujer del gabinete de Ministros. Sin embargo, hay muchas mujeres que conforman el staff, hay muchas más legisladoras que lo que establece el cupo femenino. No estamos mal en Mendoza en ese sentido.

¿Cómo se compatibiliza la vida en la función pública con la vida privada en una mujer? Porque es muy distinto a la vida de un hombre.
Eso desde ya. Yo tengo dos hijos, Ignacio de 20 y Hernán de 13, que siempre tuvieron a su mamá trabajando en el Turismo y, en algunos casos, en la Cultura, dos áreas de gobierno que no tienen sábados, domingos ni feriados. Las vacaciones son a contramano y los horarios son complejos porque uno tiene que responder en la mañana los procesos administrativos, la tarea burocrática y en verano tiene las tardes y noches numerosa cantidad de compromisos culturales, como son las vendimias, los festivales. Solamente se compatibiliza si hay una familia con diálogo y donde se conversa antes de responder sí a la propuesta del cargo, de contar cómo será la responsabilidad que va a tomar y si te van a acompañar. A mí me acompaña mi marido desde hace muchos años, y tengo la suerte de vivir con mi madre, que me ayuda enormemente. Ella cocina como los dioses! Y mis hijos son chicos muy independientes que comprenden perfectamente el trabajo de su madre. Están orgullosos de lo que hago y esa es la única manera. 
Yo nunca habría aceptado el cargo si no hubiera sido por la aprobación de ellos.