Vuelo verde para Aeroméxico
El director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Gilberto López Meyer, explicó que el biocombustible es hasta hoy 10 veces más caro que la turbosina, "pero en la medida en que se produzca más, se incentiva a que haya más productores y los precios empezarán a bajar".
Aeroméxico realizará este lunes el primer vuelo transcontinental con biocombustible en la historia de la aviación mundial, el cual partirá de la Ciudad de México con destino a Madrid, España.
El director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Gilberto López Meyer, explicó que el biocombustible es hasta hoy 10 veces más caro que la turbosina, "pero en la medida en que se produzca más, se incentiva a que haya más productores (de jatropha, del que se extrae el aceite) y los precios empezarán a bajar".
Dijo que ASA trabaja con posibles fuentes de proveedores del aceite de jatropha, fundamentalmente en Chiapas, Puebla, Veracruz, Yucatán y Michoacán.
En la actualidad, la producción de biocombustible no alcanza volúmenes comerciales, pero se espera un incremento conforme aumente la demanda en el mercado.
El gobierno de Chiapas ha mostrado interés en este mercado, ya que en su momento dio a conocer sus planes para la siembra de 20 mil a 30 mil hectáreas adicionales para la producción de jatropha -cultivo que no compite con la alimentación humana-, con el fin de utilizarla para el combustible alterno.
En el caso de Sinaloa, López Meyer detalló que hay un centro de investigación agrícola en el que se desarrolla una producción de variedades de jatropha resistentes a la sequía, a enfermedades y hongos, pero no para comercializarlo en la industria de la aviación.
De acuerdo con el funcionario, el diseño de la biotorbusina que utilizó Interjet en su vuelo comercial en la ruta México-Tuxtla Gutiérrez del pasado 21 de julio, el primero de América y el cuarto a nivel mundial, permite mezclar el bicombustible hasta en 50 por ciento con la turbosina tradicional.
Con esa mezcla, aseguró que no se requiere hacer ningún cambio en los motores de los aviones, ni en los sistemas de conducción de combustible o en las bombas, "se diseñó así para evitar el enorme costo que implicaría modificar las aeronaves".
López Meyer aclaró que el gobierno federal no ha dado subsidios para el consumo del biocombustibles, sólo colaboración institucional. Así, ASA ha ofrecido todo el apoyo logístico y administrativo, "pero el combustible lo cobramos a lo que nos cuesta", a