Una cláusula del acuerdo presupuestario alcanzado el martes en el Congreso estipula que la tasa de seguridad que deben pagar los pasajeros en Estados Unidos pasará desde los actuales 2.50 a 5.60 dólares por vuelo, un drástico aumento que ha alarmado a aerolíneas y otros actores del sector de viajes y turismo.

El gobierno estadounidense nacionalizó en 2001 la seguridad en los aeropuertos luego de los atentados del 11 de septiembre y emplea hoy a 55.600 funcionarios encargados principalmente de los controles de los pasajeros y el equipaje.
Según el gobierno, la tasa actual financia solamente el 30% de los gastos de seguridad de la Administración de la Seguridad en el Transporte (TSA).
El recargo se aplica tanto en vuelos domésticos como internacionales y se suma a una serie de tasas impuestas a los pasajeros, representando cerca de 20% del precio total de un vuelo doméstico en Estados Unidos, según el grupo de lobby de las aerolíneas estadounidenses, Airlines for America.
De acuerdo con ese grupo, la tasa llamada "September 11" se elevaría a partir de julio de 2014 a 11.20 dólares para un vuelo de ida y vuelta, tanto en vuelos directos o de conexiones.

Fuente: Caribbean News