Sin intermediarios
Es sabido que toda aerolínea tiene dos frentes de gastos fuertes: los sueldos y el combustible. Para enfrentar tiempos de crisis muchos recurren, y lo hacen como una práctica muy común, al recorte de empleados, pero cuando eso sólo no alcanza para equilibrar los ingresos con los egresos se recurre a medidas extremas. Ejemplos hay muchos, sobre todo en las low cost, que cobran la bebida y comida a bordo, que cobran por valija enviada en bodega, por elección de asiento, y muchos etcéteras. Ahora parece que la solución viene desde otro ángulo: convertirse en parte de la industria del petróleo.
Esa parece al menos la vuelta que le han encontrado en Delta Air Lines al anunciar que su filial, Monroe Energy LLC, llegó a un acuerdo con Phillips 66 para comprar el complejo de refinerías Trainer del sur de Filadelfia, y de esta manera producir el combustible necesario para gran parte de su flota, por lo menos en los Estados Unidos.
La compra incluye las tuberías y los activos de transporte que permiten el acceso a la red de suministro de combustible para aviones cubriendo las operaciones de Delta en todo el noreste, incluyendo sus hubs en La Guardia y el JFK.
Inversión rentable
Para llegar a esta adquisición la aerolínea cuenta con un aporte de US$ 30 millones de parte del gobierno estatal para la creación de empleo y la mejora de la infraestructura de la comunidad de Pensilvania, mientras que el total de la venta fue por 150 millones de dólares.
Monroe destinará US$ 100 millones para mejorar la infraestructura existente y maximizar la producción de combustible para aviones. La producción en la refinería proveerá el 80% de las necesidades de combustible de Delta en Estados Unidos.
“La compra de la refinería es una medida innovadora para manejar nuestro mayor gasto”, dijo Richard Anderson, director ejecutivo de Delta Air Lines. “Esta modesta inversión, que equivale al costo del fuselaje de un avión de fuselaje ancho, le permitirá a Delta reducir el gasto en combustible en US$ 300 millones por año y asegurar la disponibilidad de combustible para avión en el noreste. Esta estrategia está alineada con las medidas que hemos adoptado para construir una aerolínea más fuerte para nuestros accionistas, empleados y clientes”.
El Estado de Pensilvania y el Condado de Delaware han acordado proveer asistencia para asegurar que la refinería continúe contribuyendo económicamente a la región.
Monroe espera cerrar la compra durante la primera mitad de 2012 y se espera que la producción de combustible para avión comience durante el tercer trimestre.