La normativa, que regirá desde el 20 de agosto, forma parte de un plan a cinco años que incluye reducir los vertederos de residuos y dejar en cero las emisiones netas de carbono y energía. “Somos el primer aeropuerto que está dispuesto a implementar ese cambio”, dijo el portavoz del aeropuerto, Doug Yakel.

La prohibición de botellas plásticas se aplicará en todos los restaurantes, cafés y máquinas expendedoras, pero no en los aviones que operan en el aeropuerto. Además, el agua filtrada se suministra gratis en 100 “estaciones de hidratación” en donde los viajeros podrán llenar sus botellas de vidrio o metal.

El aeropuerto se define a sí mismo como un “líder de la industria” en materia de sostenibilidad ambiental. Cuenta con paneles solares e instruye a las empresas que operan en sus instalaciones a utilizar material reciclables.