Para el Cnel Aurelio Aquino vencer la mediterraneidad debería constituirse en una causa nacional. En esa batalla asegura que la construcción de un aeropuerto intercontinental de operación civil y militar en Mcal. Estigarribia permitirá garantizar la existencia del Paraguay como nación independiente, libre y soberana.
Su proyecto de posicionar en el medio del Chaco una majestuosa plataforma aeroportuaria para pasajeros y cargas, despierta interés en varios grupos inversores, pero la última palabra la tendrá el Estado. Lleva 40 años ejerciendo la profesión de piloto aviador y 29 como comandante de aeronaves comerciales.
La propuesta despierta interés de inversores que están en permanente contacto con los proyectistas. “Uno de los más serios es el Grupo Cobra, una corporación de 40 empresas. Pero como proyectistas no podemos ofrecer nada, tienen que tomar contacto con el Estado”, señala.
“Si este proyecto se llega a implementar, Paraguay no precisa más nada. Con este aeropuerto el país alcanzará el desarrollo, vendrán capitales extranjeros y en menos de cinco años Mariscal Estigarribia sería una ciudad moderna, posicionándola en la región como un punto de referencia para el norte argentino, Bolivia y Brasil. Con ello el Paraguay haría una defensa pasiva de su territorio”, concluye.

¿Qué existe en el lugar? 
El proyecto propone implantarse en la base aérea de Mariscal Estigarribia que posee una pista de 3.500 metros de longitud, preparada para recibir aviones de gran tonelaje. Dicha infraestructura aeronáutica, originariamente de uso militar, fue construida con base en estudios de carácter estratégico por el comando de ingeniería, bajo el asesoramiento técnico de los EE.UU., en 1970.
El aeropuerto se inauguró en 1985, contando incluso con un radar para el control del tráfico aéreo y con el equipamiento mínimo para operar a nivel nacional con aviones militares y civiles.
Posteriormente, fue destinado solo para uso militar y terminó abandonado. Según el coronel Aquino, al poco tiempo de inaugurarse, la primera medida fue eliminar el radar. “La causa uno se la puede imaginar”, refiere. Tras el golpe de Estado de 1989, se cancelaron los vuelos aeromilitares y el aeropuerto quedó en total estado de abandono. La idea es utilizar este predio y las instalaciones que quedaron. “Una de las cosas más caras es determinar la orientación y calificación, algo que ya fue hecho por una empresa americana. Hoy solo esa pista saldría 50 millones de dólares”, menciona.

Fuente: A