“El tratado establece también que no habrá restricciones en el número de aerolíneas para atender cada ruta ni en el número de vuelos o tipo y tamaño de equipo que las mismas puedan utilizar, con lo que también se fortalecerán los lazos de cooperación en el ámbito comercial y de inversiones”, agregó la dependencia.

ANTECEDENTES INMEDIATOS
Hace un par de semanas se realizó en Ottawa, Canadá, una reunión entre las autoridades de transporte de los dos países en la que participaron representantes del sector privado, quienes pidieron se definiera con precisión el nuevo esquema porque la intención de ese país “se acercaba” a una política de cielos abiertos, en la cual las líneas aéreas mexicanas estarían en desventaja.
Para el Consejo Mexicano del Transporte, el nuevo acuerdo, a pesar de fomentar el tráfico de pasajeros, pone en una situación desigual a las aerolíneas locales y, eventualmente, se “podría acabar con la aviación mexicana”, a pesar de que en los últimos meses éstas han mostrado su interés en el sector al invertir para ampliar sus flotas, explicó el comisionado para Negociaciones Internacionales del organismo, Manuel Armendáriz. Desventaja, falta de equilibrio y de reciprocidad son los argumentos que han manifestado las aerolíneas a los representantes de la SCT por el acuerdo, aunque precisan que su posición no es estar en contra de la llegada de turistas al país.
Por su parte, la dependencia explicó en un comunicado parte de los beneficios que se obtendrán: “En esta nueva relación bilateral más firmas de México y Canadá podrán participar en los destinos actualmente atendidos entre ambos territorios; igualmente, abre la posibilidad de desarrollar nuevas rutas, ofreciendo más alternativas a los pasajeros”. La SCT no precisó la fecha en que entrará en vigor el acuerdo y reiteró su “compromiso de seguir incrementando la conect