Con esta iniciativa, Lufthansa busca que el cliente de Airbnb, con lo que se pueda ahorrar en su estancia, esté dispuesto a pagar más dinero para optar a un asiento Economy Premium, más cómodo y el doble de espaciosos que uno en la clase normal. El precio de los billetes es cerrado y los interesados tendrán que abonar 792 euros (885 dólares) con tasas incluidas.

Además, los pasajeros contarán con servicios como calefacción, aire acondicionado y un sofá (que realmente es un asiento de avión), wifi, televisión, aire acondicionado y cuatro cuartos de baño.

Según recoge el periódico Quartz, la aerolínea ha lanzado esta estrategia de marketing para captar clientes puesto que “las reservas en las rutas a larga distancia se han reducido significativamente a causa de los repetidos ataques terroristas en Europa y a una mayor incertidumbre política y económica” señalan desde la aerolínea (Lufthansa recorta su previsión de beneficios por el terrorismo).

Este trayecto se limita a vuelos directos y no incluye vuelos de conexión. La propuesta solo es válida desde el 23 de agosto hasta el 15 de diciembre de 2016.