Iberia tiene por delante unos meses decisivos para recuperar rentabilidad tras la caída histórica de beneficios de 2008, pero no ha empezado el año con buen pie. La primera aerolínea española es la cuarta de Europa que más pasajeros ha perdido en enero y febrero, un 23% según datos de la Asociación Europea de Aerolíneas (AEA). En enero, el volumen de pasaje se redujo un 27,4%, hasta los 1,4 millones, y en febrero lo hizo un 18,4%, hasta los 1,5 millones.
Según publica el diario económico español Cinco Días, este descenso se sitúa muy por encima del 9,8% negativo de promedio del conjunto de las 34 aerolíneas que integran la asociación. Fue superado tan sólo por Icelandair, con el 26,7%; Brussels Airlines, con el 23,6%, y la aerolínea polaca LOT del 23,3%. Las tres son de un tamaño inferior al de la española, con tráficos que oscilan entre 118.000 y 587.000 pasajeros.
Prácticamente todas las compañías asociadas registraron resultados negativos en los dos primeros meses del año, a excepción de Turkish Airlines, con un incremento del 11,3% en el volumen de pasajeros, hasta los 3,1 millones; Croatia Airlines, con un 1,1%, y Swiss, con un 0,2%.
Las principales aerolíneas europeas, Lufthansa, Air France y British Airways, sufrieron en los dos primeros meses del año descensos del 10,2%, el 8,4% y el 7,2%, respectivamente. La alemana transportó 7,2 millones de pasajeros; la francesa, 6,8 millones, y la británica, 4,5.
Pese a que la mayoría de las compañías de AEA redujo su capacidad, el recorte del 4,8% de media no fue suficiente para compensar la caída del 6,2% que se produjo en la demanda, y la ocupación sufrió un retroceso de 1,1 puntos porcentuales, hasta el 71,1%.
No obstante, hubo algunas aerolíneas, como la británica BMI, que mejoró su factor de ocupación en 11,2 puntos, aunque, para ello, tuvo que recortar la capacidad casi en un tercio.
Entre las compañías con un comportamiento menos negativo destacaron, entre otras, Turkish, cuya ocupación retrocedió tan sólo 2 puntos porcentuales, pese a un incremento del 15,6% en la oferta, al igual que la portuguesa TAP, aunque, en este caso, el aumento de capacidad