Los controles aeroportuarios, reforzados tras recientes amenazas de bombas, son considerados por algunos como violatorios de sus derechos elementales, al permitirle a los agentes de seguridad una idea completa del cuerpo de cada persona analizada. El reforzamiento de tales medidas y el incremento de la reacción en su contra llegan en un mal momento para el sistema nacional de transporte aéreo, a escasos días de la celebración de Acción de Gracias, caracterizado por ser uno de los períodos de mayor tráfico.
Según la televisora CNN, a la industria de viajes le preocupa que los consumidores prefieran no tomar vuelos en estas vacaciones para evitarse las molestias. Recibimos cientos de correos electrónicos y llamadas telefónicas de viajeros que prometen dejar de volar, argumentó el vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Viajes de Estados Unidos, Geoff Freeman.
De hecho, uno de los grupos nacidos al calor del rechazo a los escáner promueve una jornada de protestas el próximo 24 de noviembre. Otras agrupaciones emprendieron el camino legal para prohibirlos, y los sindicatos de pilotos buscan apoyo entre sus afiliados para llevar adelanta una moción que los excluya de los exámenes. Los pilotos temen que su constante revisión los exponga a radiaciones con efectos perjudiciales para su salud.