Pese a que originalmente diciembre era la fecha que al interior de LAN y TAM se manejaba para que la autoridad aérea de Brasil aprobara la operación conjunta entre ambas aerolíneas, ese plazo no podrá cumplirse antes del término de 2010.
Fuentes conocedoras del proceso confirmaron que marzo es la nueva alternativa que manejan en ambas firmas para tener finiquitados los procesos antimonopolio en Chile y Brasil.
A nivel local, la Fiscalía Nacional Económica investiga la operación, frente a lo cual Enrique Cueto, vicepresidente ejecutivo de LAN, dijo la semana pasada a Diario Financiero que están abiertos a tomar todas las medidas de mitigación necesarias para que se dé luz verde al proceso, como bajar tarifas en la ruta Santiago Sao Paulo. Cercanos a la operación agregaron que el análisis de la autoridad brasileña se basa en que el modelo propuesto por la fusión, donde los accionistas de LAN tienen el 70% de las acciones de la sociedad final, pero sólo el 20% con derecho a voto de TAM Brasil, no transgreda la ley brasileña, que establece que los extranjeros sólo pueden tener como tope el 20% de una compañía en ese país.
En todo caso, pese a que ese es el marco regulatorio actual, la ley que permitirá aumentar ese límite de participación extranjera al 49% tendría pronta discusión. El patrocinador de ésta, el parlamentario Rodrigo Rocha Lourdes, señaló la semana pasada a Wall Street Journal que el proyecto de ley será votado en el Congreso en los próximos meses.
Ello podría cambiar el actual escenario de propiedad de Latam, tomando en cuenta que los controladores de LAN han señalado que una vez que eso suceda aumentarían su capacidad de voto en TAM. Analistas de mercado explicaron, además, que esta apertura permitiría que otras aerolíneas brasileñas evalúen fusiones u operaciones conjuntas.
En ese contexto, el mayor competidor de la futura Latam en el mercado interno de Brasil, GOL, ha señalado que no pretende seguir los pasos de LAN y TAM, pese a que en la industria indican que ello no garantiza que igualmente inversionistas puedan acercarse a la brasileña controlada por la familia Oliveira.
Eso sí, se espera que aerolíneas de menor tamaño pero con participaciones interesantes, como es el caso de Azul Airlines o Webjet -tras su reestructuración esta última podría buscar capital- definan cómo competirán con la nueva Latam.