Muchos pasajeros quedaron varados durante el ajetreado fin de semana largo cuando la mayor aerolínea de Brasil se vio forzada a reprogramar la mayoría de sus vuelos nacionales, generando una suspensión temporal de las ventas de boletos domésticos el 29 de noviembre. TAM culpó en parte por los retrasos a las intensas lluvias registradas en algunas de las ciudades más grandes de Brasil, pero también a problemas de capacidad.
El ministro de Defensa Nelson Jobim atribuyó las cancelaciones y retrasos en parte a la falta de "planificación, competencia y administración", reportó este viernes por la noche Agencia Brasil. "Si los retrasos continúan, la posibilidad de reducir el número de vuelos será examinada", sostuvo el ministro, citado por la agencia.
Pero analistas también ven las dificultades de TAM como típicas de toda la industria, que está luchando por lidiar con el aumento de la demanda de una creciente clase media. La rival Gol Linhas Aereas fue objeto del escrutinio del regulador Anac en agosto pasado, cuando se produjeron retrasos y cancelaciones de más de 300 vuelos durante la temporada de vacaciones de invierno.