Aviones de latinoamérica
Tras vivir una de las peores décadas de su historia, producto de los cambios políticos internacionales, las guerras, las nuevas amenazas a la seguridad, las sucesivas crisis económicas, el aumento de los gravámenes a la industria aérea y el alza en el precio de petróleo, la aviación mundial cierra el año 2010 con una perspectiva favorable. La mejor situación de los mercados internacionales y, con ello, la demanda en el transporte aéreo de carga y de pasajeros, ha favorecido la recuperación de los factores de ocupación de los aviones, así como también las ganancias de las compañías aéreas.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) estimó recientemente, tras revisar su previsión para 2010, un beneficio neto para las líneas aéreas de 15.100 millones de dólares, 8.900 millones más que los anunciados en septiembre. Según la previsión entregada, la industria aérea alcanzará beneficios netos por 9.100 millones de dólares en el 2011, 5.300 más de los estimados.
2010 estuvo marcado por la consolidación del transporte aéreo. La mayor exposición a las crisis internacionales, ciclos económicos a intervalos menores de tiempo, sumado a la compleja situación heredada de la década pasada, obligaron a las aerolíneas a buscar mecanismos alternativos para hacerse más fuertes y asegurar su permanencia en el mercado. Así, las alianzas y fusiones entre las compañías aéreas se convirtieron en uno de los modelos más utilizados por los diferentes actores de la industria aérea para mantenerse vigentes, reducir costes operacionales, aumentar la conectividad, incrementar las ventas y ofrecer nuevos servicios a los pasajeros y clientes de carga.
Pese a la relativa bonanza de 2010, la industria de la aviación todavía mantiene una situación delicada. Los cambios ocurridos en el sistema internacional en los últimos años, han hecho el transporte aéreo, como parte de de un sistema global, esté sujeto a cualquier contratiempo que puede frenar la recuperación. Así durante el año pasado, el sector conoció los estragos producidos por la paralización de los vuelos en Europa, primero por la erupción del volcán islandés Eyjafjallajokul, las huelga de los controladores aéreos en varios países, sumándose a ello los conflictos laborales en algunas compañías aéreas que contribuyeron negativamente a la industria.
En 2010, América Latina no estuvo ausente de ninguno de estos procesos, pero a diferencia de otras zonas del planeta, nuestra región vio fortalecida su industria aeronáutica, gracias al incremento sostenido en el tráfico de pasajeros y carga, que sigue con una tendencia más acelerada que el promedio de la industria en general. La transformación positiva del transporte aéreo latinoamericano responde, en buena medida, al trabajo desarrollado por las autoridades aeronáuticas que han apoyado a las líneas aéreas en los momentos de crisis y a los transportistas por haber aplicado medidas que han permitido abaratar sus costos, en base a sinergias y consolidación de alianzas estratégicas, como es el caso de las compañías Avianca-TACA, COPA Airlines, LAN y TAM. A esto se suma, las alianzas que las aerolíneas de la región concretaron con otros operadores a través de acuerdos interlineales, los cuales han permitido mejorar la presencia de las compañías aéreas regionales en un alcance global.
Los resultados alcanzados se reflejan en parte por la situación actual de la mayoría de las compañías aéreas y en la contribución que realizan en cada uno de los países donde operan. En ese sentido se puede citar las cifras que entregó la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil (CLAC) en su informe de actividades 2009-2010, donde señala que las 95 líneas aéreas comerciales de América Latina y el Caribe, han generado aproximadamente 85.000 empleos directos y han obtenido un total de ingresos de 21 billones de dólares, sirviendo a aproximadamente 500 aeropuertos.
En términos operativos, las aerolíneas latinas aceleraron su proceso de renovación e incremento de flotas, con material de vuelo moderno de segunda y tercera generación, destacando por ejemplo los aviones Airbus A320s, A330, Boeing 737-700/-800, B767s, B777s y aviones Embraer ERJ170/190.
En materia institucional, los cambios políticos mundiales han obligado a la industria de la aviación a adaptarse, adoptando una posición proactiva ante la coyuntura y creando paralelamente mecanismos de cooperación mutua para enfrentar los problemas, teniendo en cuenta la comunidad de intereses de los distintos actores que conforman el sistema aeronáutico. Así, la profundización de la cooperación entre los gobiernos de la región, los aeropuertos y las aerolíneas a través de instancias multilaterales han permitido avanzar en materias de seguridad operacional y liberalización paulatina de los cielos, haciendo que América Latina destaque por sobre otras regiones del planeta.
2010 fue también un año que dio paso a las celebraciones, pues la gran mayoría de los países de Latinoamérica se encuentran conmemorando el centenario de sus primeros vuelos en un momento único de la región, al coincidir la fecha con las festividades por los 200 años de los procesos de independencia que hicieron que nuestros países se constituyeran como los Estados libres y soberanos que son hoy día. Gracias al esfuerzo de cientos de hombres y mujeres como Alberto Santos Dumont, Jorge Chávez, Alberto Braniff, Arturo Merino Benítez, Jorge Newbery, la aviación latinoamericana se abrió paso, pudiendo superar los obstáculos y contribuyendo año tras año a la interconectividad de las personas, pueblos y ciudades en el continente americano, desarrollando sus economías, acercando a sus países y sus culturas. A 100 años de esas hazañas, el esfuerzo de los pioneros persiste en la actualidad cuyos protagonistas son las propias compañías aéreas que están cambiando la forma como nos transportamos.
En 2011, se espera que Latinoamérica continúe disfrutando de un momento virtuoso, debido al crecimiento sólido de las economías lideradas por Brasil, lo que sumado a la consolidación del sector en los últimos meses, influirán positivamente en un crecimiento sólido y rentable de las compañías líderes de la región.
Sin embargo, la industria de la aviación estima que la región Latinoamericana experimentará una caída en los beneficios entre 2010 y 2011, pasando de 1.200 millones a 70 millones en 2011. La demanda tendrá un crecimiento de 6,3%, pero será inferior al aumento de la capacidad que realizarán las compañías aéreas el cual se estima en 7,2%. Pese a ello, los últimos pronósticos indican que las compañías aéreas de la región continuarán entregando una rentabilidad positiva por tercer año consecutivo con US$ 600 millones en retorno durante el 2011, como consecuencia de las medidas adoptadas por las compañías aéreas para reducir sus costes, ya sea de manera propia o por medio de alianzas, fusiones u otras sinergias.
Paralelamente durante el 2011 y los años siguientes, los países de la región deberán hacer frente a tareas pendientes en aspectos como la seguridad operacional, el alza de los impuestos que afectan a la industria aérea y los problemas de infraestructura que poseen algunos países, los cuales están poniendo trabas a la expansión de las operaciones aéreas, limitando con ello al transporte y desarrollo de los pueblos.
Gracias al trabajo intersectorial durante los últimos años, nuestra región enfrenta el nuevo año con una perspectiva alentadora, donde la tendencia nos muestra que América Latina posee los recursos necesarios para constituirse como una plataforma única de cambio y un ejemplo global de superación en la industria de