Iberia, a tono con las medidas económicas del gobierno español, busca bajar los costos de sus operaciones y aumentar su productividad.
En un comunicado, anunció que recortará los salarios de sus pilotos -agrupados en el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla)-, con el que hace más de dos años y medio no se logra cerrar ningún acuerdo sobre el convenio, y que, con esta medida, busca recuperar hasta 62 millones de euros.
El documento afirma la necesidad de la empresa de ser “más competitiva” y poder afrontar con “mayores garantías de éxito la difícil situación por la que atraviesa, provocada por una demanda débil, los elevados precios del petróleo y una fuerte competencia”. Según señaló, esta situación se vio “seriamente agravada” por las huelgas que desde el pasado mes de diciembre está llevando a cabo Sepla y que le provocaron a la aerolínea pérdidas diarias de hasta tres millones de euros.

Más horas y recortes
Iberia subirá también el límite de horas de vuelo de 820 u 850 a 900 al año.
Además, suprimirá los días adicionales de vacaciones generados por antigüedad, que sin embargo son considerados de actividad; plantea la sustitución de incidencias e imaginarias de convenio por imaginarias en programación; y adecuar la composición de las tripulaciones a la legislación vigente. Ante las quejas del sindicato, la aerolínea señaló que los incrementos y descuentos están “dentro de los límites que establece la ley”.

“Como Argentina con Repsol”
En respuesta, Sepla-Iberia está llevando a cabo las treinta fechas de paro convocadas para todos los lunes y viernes hasta el 20 de julio próximo. El pasado viernes, por ejemplo, se cancelaron 120 vuelos entre regionales, de distancia media y transoceánica.
Justo Peral, el jefe de esa sección sindical, acusó a British Airways -la compañía que, junto con Iberia forma el International Airlines Group- de “querer hacer con la aerolínea española lo que el Gobierno de Argentina con Repsol” y pidió al gobierno que “no permita que los británicos roben Iberia” a la vez que exhortó a “proteger los intereses de 8000 trabajadores”.