No es nada nuevo afirmar que los números hablan por sí solos, pero si los datos duros no se acompañan con la explicación del contexto en el que tienen lugar, los argumentos se corren del eje. Los máximos referentes del sector turístico continúan alertando sobre la situación que se vive en la industria. Hablan de crisis, riesgos, incertidumbre, y temor. Pero al mismo tiempo, algunos de ellos, le agregan una cuota de esperanza. 

La mirada en los números

Según datos del INDEC, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de junio registró una caída en el turismo del 0.9% respecto al mes anterior. 

Este organismo además difundió la Encuesta de Turismo Internacional (ETI) del primer trimestre. A Buenos Aires llegaron 590,7 mil turistas, bajó un 7,8% respecto al mismo período del año anterior. Por otro lado 909,1 mil argentinos viajaron al exterior, superando en un 27,4% al primer trimestre del 2015. 

Otra de las provincias en las cuales el INDEC midió el impacto turístico es Córdoba (por ser junto a Buenos Aires los aeropuertos internacionales de mayor movimiento) que creció en un 4,7% en relación al año pasado con 11,6 mil llegadas a la ciudad, y el cuanto al turismo emisivo la suba interanual fue del 24,1% con 70,7 mil salidas. 

Qué opina el sector 

Ahora bien, con estos números en mano, podemos comenzar a desglosar los puntos de vista de los referentes consultados por este medio. 

Las Cámaras que nuclean al sector coinciden en señalar que el “batacazo” vino de la mano del tarifazo como el detonante final, pero las inquietudes tienen que ver principalmente con el aumento de los precios, que dicen, no se pueden trasladar a los costos para no perder clientes; las altas cargas impositivas; la preocupación por los establecimientos que cierran sus puertas; la pérdida de rentabilidad y de puestos de trabajo. 

La duda entonces es qué hay por delante. La ilusión que se está gestando es que a partir del blanqueo de capitales lleguen las inversiones y esto sea de alguna manera un paliativo para la crisis. 

El Presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina, Aldo Elías, advirtió: “Hay poca ocupación. Con este parate el incremento de los costos tiene una repercusión que está magnificada por la poca venta. La presión impositiva es la más alta de la historia y está aumentando de manera ininterrumpida desde hace 6 ó 7 años”. Al ser interrogado por las causas de la caída de ocupación, respondió: “Competitivamente Argentina es cara en la región, entonces los turistas eligen otros destinos de Latinoamérica”.

La presidenta de la Cámara de Restaurantes de Buenos Aires de la AHRCC, Verónica Sánchez, manifestó: “de cada 100 pesos que recibimos, 40 se destinan a la carga impositiva. En la Ciudad de Buenos Aires hay 3500 restaurantes y en el último año cerraron 400 establecimientos”. Además agregó que hoy la rentabilidad operativa oscila entre el 0 y el 2%. 

“Venimos diciendo que es cierto que el aumento de las tarifas impactaron en los negocios, pero los locales vienen en crisis desde el 2009 cuando ocurrió el brote de la Gripe A, en el 2011 repuntó pero ya había una sensación de crisis y esto hizo que el consumo disminuyera”. Sánchez destacó también que no se puede hablar de gastronomía como un hecho biológico sino social. “Cuando uno está mejor, gasta”, cerró la representante de la Cámara. 

El Vicepresidente Primero de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica de la Ciudad de La Plata y su zona de influencia, Mario Aguilar confirmó que la gastronomía bajó entre un 40 y un 50% y que estiman que de febrero a la fecha cerraron alrededor de 50 establecimientos. “Antes del tarifazo la situación no era buena pero sí distinta. Estamos apabullados con el tema impuestos. Hubo un error muy grande en aumentar las tarifas y hasta el mismo gobierno lo reconoció”, argumentó Aguilar. 

Tanto Sánchez como Aguilar explicaron de qué manera se vinculan y cómo con las autoridades nacionales. “Tenemos una relación fluida con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, venimos trabajando en conjunto para que por ejemplo se pueda compensar el IVA con las cargas sociales, y que cuando hagan obras públicas como la Autopista ribereña, reduzcan el ABL a los establecimientos de la zona que se vean afectados”, dijo Sánchez. Por su parte, Aguilar también confirmó que mantienen una relación cercana con algunos diputados provinciales a quienes le trasladaron sus preocupaciones. 

El planteo del gobierno
Una de las mayores problemáticas que afronta CABA es el incremento de los alojamientos informales y los restaurantes a puertas cerradas que funcionan de manera ilegal y afectan a los empresarios del sector que sí cumplen con los requisitos para el desarrollo de los establecimientos. Es decir otro dolor de cabeza en el medio de la crisis. Teniendo en cuenta que los turistas ven al país como un destino caro, a la hora de elegir dónde dormir y dónde comer, estos lugares sin habilitación cobran relevancia y protagonismo por ser más baratos.

El presidente de la Cámara de Turismo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CATBAIRES) y Vicepresidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés, Leonardo Baguette, apuntó que se encuentran trabajando en conjunto con el gobierno porteño para encontrar una pronta solución a esta situación. En paralelo se mostró preocupado por los embates que el aumento del costo tarifario está generando en la industria turística.

Hubo tres grandes señales estos días que, de alguna manera, manifiestan la intención del gobierno de reactivar el sector: El anuncio de la devolución del IVA  a los extranjeros (se firmaría por decreto en los próximos días); la apertura de los créditos bancarios y la sanción de la Ley Pyme. 

A propósito de este tema, el Presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), Roberto Brunello, aseguró que a través de la Cámara Argentina de Turismo consideraban de gran importancia la quita del 21% del IVA  a los turistas utilizando modelos de los países exitosos en turismo con una alícuota del 10,5% y la eximición de la tasa al turista extranjero. Otro de los requerimientos que mencionó Brunello que le han hecho al Ejecutivo Nacional a través del Ministerio de Turismo es la eliminación total de cargas tributarias en las operaciones bancarias, incluyendo los movimientos con tarjetas de crédito; la actualización de alícuotas del decreto 814/2001 que permitan generar crédito fiscal y la deducción del impuesto a las ganancias de los gastos generados en turismo interno.

Entre las causas que para el titular de FEHGRA desencadenaron la caída de rentabilidad se relaciona con el precio del dólar. “Hay una caída del consumo de un 30% y se agravó desde hace 2 años. Con el dólar a 9 la gente se iba al exterior. No motivaba al turismo interno”, destacó. 

CAT y FAEVYT

“El sector turístico no es ajeno al tarifazo. Es muy probable que el año que viene haya un costo energético real y hay que estar preparado para eso”, declaró el Presidente de FAEVYT, Fabricio Di Giambattista. Mientras que desde la CAT, el secretario de la entidad, Horacio Repucci añadió que lo que  intentan proteger es no perder competitividad con el aumento de costos en la región. 

Un cordero en 12 cuotas

Si en un supermercado una persona elige comprar y pagar un cordero en 12 cuotas es porque algo no está bien. Esto ocurrió en Puerto Madryn, allí desde enero hasta julio cerraron 420 comercios. “La gente no entra a los comercios, vengo diciendo desde el 2014 que estamos yendo para atrás con una presión impositiva muy alta”, subrayó el Presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Producción y Turismo de Madryn, Manuel Pérez. “Estamos de acuerdo con incrementar el gas, no queremos un país pobre, pero no estamos de acuerdo con las formas. Estamos esperando al turismo con los brazos abiertos, tenemos expectativas en este segundo semestre”, ratificó Pérez.

Ley Pyme

El senado aprobó la Ley Pyme. Este medio se comunicó con el Secretario de Prensa de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Vicente Lourenzo, para consultarle sobre el impacto que tendrá en el sector turístico. “Es una ley concreta que establece mejoras practicables. Reduce la carga fiscal y crea herramientas de financiación que permitirán reducir las tasas y mejorar los plazos. También es clave el subsidio que el Ministerio de Trabajo le da las Pyme para que puedan pagar los sueldos (REPRO)”.