Agosto en un mes especial para todo el Noa. Es el momento para rendir homenaje a la Madre Tierra y pedir su protección en lo que se considera una de las expresiones autóctonas más antiguas que se realiza en las regiones andinas de Latinoamérica.
La ceremonia central de ofrenda tendrá lugar en San Antonio de los Cobres el 6 de agosto, pero las actividades se extenderán durante todo el mes. Comenzarán el 1, con el ritual del sahumerio en cada hogar para alejar las energías negativas que acechan al hombre constantemente. Una costumbre que trascendió las fronteras del mundo andino.
Las actividades finalizarán el 31 en Tolar Grande, ocasión en la que se rendirá culto a la Madre Tierra en el cerro Sagrado, a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar.
“Pediremos por las lluvias, tan importantes para nuestra Puna, y por el cuidado del medio ambiente. Queremos dar a conocer nuestra cultura, ya que sólo se respeta lo que se conoce. Además de los vecinos de todos los parajes cercanos, el año pasado llegaron unos 1.300 turistas ”, destacó Miguel Siares, cacique de la comunidad kolla de San Antonio de los Cobres.

El ritual
Los preparativos comienzan en las viviendas la noche de la víspera, con la preparación de la tijtincha, una comida especial que se ofrenda a la Madre Tierra.
Al otro día, la tradicional invocación “Kusilla kusilla Pachamama”da inicio al sagrado ritual que se realiza tanto en los hogares como en espacios públicos. Dentro de un pozo se vuelcan bebidas y alimentos: chicha, vino, gaseosas, maíz, zapallo, hojas de coca y tabaco, entre otros.
A su vez, durante agosto es común el empleo del “yoki”, una pulsera ceremonial previamente curada (sahumada), realizada en lana de vicuña, llama u oveja. Consta de dos colores hilados al revés que representan los complementos y los opuestos.
La creencia popular señala que el yoki ayuda a que la persona alcance el equilibrio interior. Siares comenta, justamente, que “agosto es un mes especial. La Pachamama tiene hambre y si no se la nutre con las ofrendas o se la ofende, ella castiga”.
Esta ancestral costumbre convoca año a año convoca a cientos de personas que buscan rendir su homenaje a la Madre Tierra, la Pachamama.