La Copa no se toca
Las empresa estatal Aerolíneas Argentinas diseñó un plan de contingencia para evitar que contratiempos en la llegada de jugadores e hinchas que vengan a la Copa América, en Argentina, la que comienza oficialmente este viernes.
Así lo relató el presidente de la línea aérea, Mariano Recalde, quien precisó que la medida se tomó para evitar “cualquier eventualidad por el tema de las cenizas volcánicas, para garantizar conectividad durante la Copa América y llevar tranquilidad a los hinchas argentinos o de otros países”.
Recalde informó que si los vuelos los internacionales tienen problemas, en vez de llegar a Ezeiza, aterrizarán en el aeropuerto internacional de Córdoba. “Desde ahí, Aerolíneas programó vuelos especiales a las distintas ciudades donde se juegue la Copa América”, sostuvo.
Reiteró que el objetivo del plan es que la emisión de cenizas no afecte el normal desarrollo del torneo.
En conversación con radio Continental, Recalde explicó que si llegara a darse la eventualidad de que algún punto del país no tuviera acceso aéreo “está garantizado el transporte aéreo o terrestre para aquellos jugadores o hinchas que requieran trasladarse”.
El funcionario, enfatizó que es muy difícil “tener un pronóstico certero” sobre la situación atmosférica. “Cada seis horas estamos controlando el avance o retroceso de la nube de cenizas”.
Manifestó que son dos los factores que inciden en la calidad de la atmósfera “y ni los servicios meteorológicos pueden preverlo”.
Manifestó que el primero es “si el volcán va a seguir emitiendo cenizas y el otro es para dónde va a ir esa nube. Cuando los vientos soplan al Sur y Este, las cenizas van al Atlántico, pero a veces sopla para el norte y se acercan a Buenos Aires y eso complica un poco más los vuelos”.
Sobre la situación actual, el titular de Aerolíneas puntualizó que “ahora al sur estamos normalizando la operación poco a poco. Cuando la ceniza nos deja vamos por la ruta habitual. Y cuando la nube afecta demasiado la zona Este, hacemos un vuelo que sale un poco más largo, conectamos a los argentinos a través de Chile, vamos por atrás del volcán y llega a las ciudades del sur como Ushuaia, Gallegos, Calafate y Río Grande”.