Lejos de las luces de los espectáculos multitudinarios que dieron marco a las celebraciones de la Gesta del Éxodo Jujeño, un puñado de guías de Culturarte y de alumnos del Profesorado de Historia del   Instituto de Educación Superior Nº 5  “José Eugenio Tello”, adentraron a cada grupo de niños y adolescentes en el verdadero significado de los festejos que traen aparejado a Jujuy, la Pachamama y el viento de agosto.
Y así, “Jujui entre 1810- 1834, Tiempos de Revolución y Autonomía”, se fue transformando lentamente en la muestra más visitada de los últimos tiempo, teniendo como principales protagonistas, a una nueva generación de jujeños de guardapolvos y uniformes que ahora miran y explican la historia de nuestros sacrificados antepasados en otro tono.  La educación y formación académica es muy importante, pero llevada a la práctica lo es aún más.
En ese entendimiento, muchos docentes lo corporizaron en murmullos y sonidos que invadieron el principal Centro Cultural de la Provincia, poblando entre juegos de fantasmas, pulperías, cabildos, tertulias, fiestas populares y escenas de guerra, que en otros tiempos, significaron el mayor sacrificio que consolidó la misma libertad con que ahora corren por estos pasillos.
Hoy ya solo quedan paredes más o menas magulladas, pronto a ser reacondicionadas para la próxima muestra, aquí no hay descansos.
Queda si, la satisfacción de saber que el Bicentenario también pasó por aquí, sin fuegos artificiales ni ovaciones. Queda la intima satisfacción de saber que la semilla germinará.