No hay dudas: Google prepara sus pertrechos para el asalto final al sector turístico. La historia tuvo un salto este año. La adquisición de ITA Software anunciada en julio pasado dio su primer fruto: un buscador de vuelos que se suma a la poderosa artillería de búsquedas del gigante. Algunos sitios que ya usaban dicha tecnología se encontraron con un gran competidor; nada más anunciarse la compra de ITA por 700 millones de dólares, las acciones de Expedia caían más de un 4 por ciento y 7 por ciento de los títulos de Orbitz. Google entró así en el segmento online relacionado con el turismo que mueve al año 132.000 millones de dólares.
Luego, siguió apostando por nuevas metas, como la creación de un sistema de booking realmente profesional y controlable; Ruba fue la elegida: cumplía todos los requisitos para formar parte de este gran proyecto al ser una enorme plataforma interactiva de creación de guías de viaje por parte de los usuarios, turistas, clientes y hoteleros.
Finalmente, un mes más tarde, Google presentó una nueva herramienta dentro de su buscador llamada “Hotel Finder”, que ayuda, entre otras cosas, a encontrar el hotel “perfecto” en EEUU, dependiendo de nuestra ubicación y nuestro bolsillo, y ofreciendo además el servicio de comparar precios, crea listas y fotografías de todos los hoteles cercanos a nuestro destino.

Un futuro incierto
Estas acciones importan más por sus consecuencias por venir que por las ya producidas. Según Pablo Micolini, capitán en Nutus,  “Google se va a tirar de lleno al mercado turístico. Uno no se tiene que guiar por lo que ve hasta ahora, sino por los pasos agigantados que está dando. Va a entrar muy fuerte a esta área y muchas empresas van a tener que trabajar con Google, no en contra, salvo que quieran anticipar su final. Y el que se quede viendo que pasa le va a pasar el tren por arriba”.
Las adquisiciones de Google presionan cada vez más a las grandes empresas de viajes online en esta suerte de carrera implícita del gigante rumbo a ser omnipresente en la web, por lo que se ven obligadas a tomar medidas cada vez más defensivas. En este sentido, uno de los temores de las agencias de turismo es que Google utilice su base de datos para comercializar pasajes y otros servicios turísticos. El buscador ha dicho que no va a vender billetes, si bien en el mercado no se descarta que pueda hacerlo. Según Dan Szteinberg, socio Gerente de Real Soft, “esto no va a pasar por ahora, ya que el mercado de viajes tiene una compleja estructura de intermediación y comercialización”. “Lo positivo es que las empresas tienen la necesidad más acuciante de informatizarse para tener sus contenidos online, para ser parte de la búsqueda de Google y ofrecer sus servicios en la web”, agregó.

¿Competencia o ayuda?
Dentro del mundo turístico online, el interrogante es si Google se va a convertir en un intermediario de servicios o en un competidor. “Será intermediario de las agencias, porque Google no limita la participación, sino que hace una búsqueda de los servicios que están online. En todo caso es mejor el servicio que antes, porque el turista tiene más opciones”, consideró Szteinberg. En tanto, Alejandro Borges, presidente de Powersite, coincidió: “Será intermediario porque no creo que se meta en el negocio de venta, sino que tratará de vender publicidad, decidir en las búsquedas quién está arriba y quién abajo, de forma tal que todos terminen pagándole un servicio. Pero no creo que ellos se pongan a gestionar el mercado”. Dentro de este marco, Google puede combinar su buscador, su red de publicidad y el software de gestión para transformarse en el gran intermediario desde el cuál los usuarios van a llegar a las agencias de viaje online.
Desde la vereda de enfrente, Gustavo Melgarejo, director Comercial de Softur, consideró que “si la gente sigue buscando información a través de la web, Google va a afectar la competencia con otros sitios online, más si se puede cerrar el circuito de pago. Además, si priorizan la búsqueda, el problema se agrava: con el solo hecho de poner primero a X sitio, esto haría una diferencia. En el caso de que decida vender, sin mucho esfuerzo Google se podría posicionar mejor que agencias que les llevó años estar donde están”.

Un potencial monopolio
En este panorama, otro de los peligros de esta entrada avasallante de Google al turismo es la probable monopolización del servicio. Borges aseveró que “Google siempre busca acaparar porciones de información para tener una posición monopólica. Al monopolizar el tráfico de información, seguramente va a poder manejar todo el mercado publicitario”. Micolini afirmó: “Es peligroso, como cualquier monopolio, que Google se extienda a tantas áreas, pese a haberse firmado un acuerdo de no competencia contra proveedores de turismo online. Pero si tu proveedor va a ser tu competidor, se te acabó el negocio”.
Sin embargo, Szteinberg no coincidió con sus colegas: “Google no está monopolizando el turismo, sólo es un proveedor más. Sí significa que Internet está llegando a todo el mundo y las empresas tienen que pensar en hacer inversión en la web como un item más de su presupuesto anual”.

La pisada del gigante

Pese a que el sector turístico se ha aggiornado en los últimos años, aún hay una seria  apuesta por métodos tradicionales, offline y 1.0. La entrada de Google en este sector amenaza con crear un monopolio en el campo, al ser uno de los pocos capaces de pensar, explotar, explorar y potenciar los servicios turísticos online.
“Quien no se arriesga, no gana”, dice el dicho, y “Google tiene la espalda suficiente como para hacerlo”, y buscar rentabilidad en sitios inexplorados, con la posibilidad de aún perder y seguir en el ruedo, como señaló Pablo Micolini. Por ahora, la realidad es que el mercado de viajes en Internet está cambiando rápidamente. Y aún resta por verse si el 2011 nos depara nuevas sorpresas.

Turismo virtual
La reciente aplicación Robot Flâneur utiliza la tecnología de Google Maps, especialmente su increíble Google Street View, para ofrecer a los usuarios un turismo virtual para conocer diferentes destinos. El sistema toma imágenes al azar, alternándolas automáticamente cada 30 segundos, para que los usuarios conozcan diferentes puntos de las ciudades elegidas. Las calles se muestran a pantalla completa. El Robot irá cargando vistas al azar y nosotros como si anduviéramos en bicicleta podremos observar lo que queramos. También podemos detener el avance de las diapositivas o para pasar a la siguiente sin necesidad de esperar. Por el momento sólo se puede visitar virtualmente las ciudades de San Francisco, Londres, Manhattan, Sào Paulo, París, Berlín, Johannesburgo, Tokyo y Ciudad de México.

El futuro está en la web
Según datos registrados en la convención “Future Day”, celebrada este año en Berlín, Internet es la fuente más importante de información de viajes, con un 95 por ciento de los turistas en busca de información en línea, y más de la mitad de las reservas on-line. En Estados Unidos, poco más de la mitad de los turistas usan los medios sociales en la investigación de destinos de viajes y hacen reservas en lí