Ushuaia y El Calafate sancionaron la Emergencia Habitacional con el objetivo de encontrar soluciones para los residentes permanentes que alquilan y no encuentran vivienda, ante la sobreoferta de alquileres turísticos temporarios.

Si bien las resoluciones tienen sus diferencias entre sí, el objetivo principal es compartido: se suspenderá por un tiempo determinado la entrega de nuevas habilitaciones comerciales a unidades habitacionales destinadas a hospedaje y/o alquiler temporario, que pretendan incorporarse a la nómina actual.

Los reclamos de los damnificados en Ushuaia.

Entre las diferencias más importantes en las ciudades de la Patagonia austral se destaca que en El Calafate la normativa comenzó a funcionar desde el momento que fue sancionada (24/08) y será por un año, mientras que en Ushuaia extendieron el plazo por 30 días para inscribirse y tendrá una duración de dos años.

En la ciudad fueguina, la ordenanza fue votada dos semanas más tarde que su antecesora, y especificó que solo podrán disponer de un máximo de 20 unidades por titular para destinar a alquileres temporarios. Además, se prevé que la Secretaría de Turismo de la ciudad fueguina efectúe un monitoreo y fiscalización de las distintas ofertas que surgen en plataformas digitales.

La crisis habitacional también afectó a El Calafate.

En tanto, la Secretaría de Hábitat y Ordenamiento Territorial municipal fue autorizada a “dictar la normativa necesaria a los fines de regularizar los procesos administrativos con el objeto adoptar soluciones eficaces y eficientes a la problemática de la falta de acceso a la tierra y la vivienda para el hábitat”.

Mientras que también se acordó crear la Oficina Municipal de Información para Inquilinos y Propietarios, para que sea un lugar de “información y asesoramiento a inquilinos y propietarios sobre la normativa vigente en materia de alquileres, derechos y obligaciones”.

LA EMERGENCIA HABITACIONAL EN EL CALAFATE

En una entrevista exclusiva con Mensajero, Leonardo Mardones, concejal de Unión por la Patria en El Calafate y uno de los impulsores de la ordenanza, explicó: “Dentro de un año se tendrá que evaluar acerca de cómo evoluciona el problema, porque se origina en que hay muchísimas propiedades, viviendas tradicionales y departamentos, que migran a este formato de comercialización por día y dejan de ser una oferta de alquiler mensual”.

Leonardo Mardones, concejal de El Calafate.

En este sentido, detalló que hay “alrededor de 100 alquileres temporarios” sumado a “un esquema de informalidad muy importante”, que perjudica a la “gente que viene a trabajar para la temporada o por distintos servicios”, que al momento de instalarse “no encuentran alquiler”.

Además, remarcó la importancia del proyecto de ley de la senadora Ana María Ianni, que tiene como objetivo establecer un formato para que exista la “comercialización formal” de estos lugares. Ante esta situación, aseguró: “El problema está ahí, la oferta de alquiler por día en relación con el alquiler mensual, está completamente desintegrada. Tenemos un universo de ciudadanos y ciudadanas e inquilinos que no tienen donde alquilar”.

Casas entregadas por el municipio de El Calafate.

Según informó, hay decenas de trabajadores, policías, médicos, enfermeros, docentes y trabajadores del turismo, entre otros que tuvieron que “trasladarse de El Calafate”. A su vez, destacó que el municipio desarrolló una política “muy profunda” de construcción de viviendas, “pero no alcanza” porque “líneas para poder financiar la construcción de la vivienda son muy exiguas”.

Por último, fue optimista con la situación y estimó que tiende a normalizarse porque la sobreoferta del alquiler por día está “empezando a deteriorarse”: ante las variadas ofertas, “los precios caen muchísimo”. Asimismo, puntualizó en la construcción de viviendas, que en El Calafate, “se están impulsando y se están resolviendo a poco”.